Triatletas

Carlos Ramírez: Un hombre, 50 Ironman

Un auténtico portento físico que con tesón y motivación sigue sumando Inroman

Cristina Azanza y Carlos Ramírez

15 minutos

Carlos Ramírez: Un hombre, 50 Ironman

Hablar de Carlos Ramírez es remontarnos a los inicios del Triatlón en España. El Paseo de la Castellana en Madrid fue testigo de su debut en Duatlón, allá por el año 90 y desde ese día sus piernas fueron acumulando un triatlón tras otro. Lo que no imaginaba este navarro afincado en Tres Cantos (Madrid), es que después de su primer Ironman en 1992, se iban a suceder tantos otros hasta alcanzar la cifra de 50 DISTANCIAS IRONMAN en el transcurso de 20 años, convirtiéndolo así en el triatleta español con más pruebas de esta distancia en sus piernas. Pero todas estas cifras y récords no son lo que hace especial a nuestro amigo Carlos, lo que realmente le hace grande es su manera de vivir el deporte, cada prueba en la que se pone el dorsal es un reto nuevo para él, una oportunidad para disfrutar del Triatlón, de la gente y de la vida. Para él,  el deporte tiene que ser salud, compañerismo, superación, solidaridad, reto, aventura…..,  tiene que divertirse y pasarlo bien.


Por supuesto hemos preparado una galería para que no te pierdas ningún detalle de la trayectoria de este máquina, además podrás encontrar algunas de las fotos que hicimos para el reportaje que editamos en papel:

GALERÍA CARLOS RAMIREZ DUARTE

La mejor muestra de que Carlos no da tregua al Triatlón es que hicimos este reportaje para celebrar sus 50 distancia Ironman y a día de hoy lleva ya 60!! Si quieres concerle más te recomendamos que te pases por su blog:

BLOG CARLOS RAMIREZ DUARTE

PRIMERA ETAPA. 15/08/1992-06/10/2001

De Embrun a Hawái, pasando por, Suiza, Ibiza, Lanzarote. Mis primeros 13 IM. De Los Juegos Olímpicos de Barcelona al fatídico 11S.

Este largo viaje comenzó allá por el año 1986, cuando en el mes de Octubre, no recuerdo bien si lo leí en el periódico o en un breve resumen del telediario, hablaron de unos “locos" que hacían una prueba llamada Ironman: 3,8 kilómetros nadando, 180 kilómetros de bici y  42 kilómetros corriendo, superhombres les llamaban. Yo por aquel entonces,  ni bici de carretera ni nada parecido, correr detrás de un balón y nadar en verano.

El recuerdo de mi primer  Ironman, por encima de todo, fue el momento de la salida.  Seis de la mañana, noche cerrada, rodeado de hombres de negro, bocinazo y al agua.  ¿Estará helada?, ¿cómo me guío en un lago a oscuras?, ¿habrá monstruos?. Enseguida mis miedos se disipan, una barca con unas enormes antorchas nos guía por un precioso lago, agua en calma y temperatura perfecta. Con las primeras brazadas salen los primeros reflejos de luz proyectándose sobre el escenario alpino, que nos descubre las cumbres por la que pasaremos gran parte del día. Tras 1h25’ en el agua, toca subirse a la bici, y otra vez surgen las dudas, ¿cómo será el recorrido?. Poco a poco fui haciendo camino hasta la bajada del Chalvet, estaba a menos de 5 kms de dejar la bici, pero una raja en la cubierta me obligó a realizar toda la bajada pinchado, tras intentar cambiar infructuosamente por 2 veces la cámara. Si esto me ocurriera ahora creo que haría la bajada con la bici en la mano. Tras una maratón dura y  calurosa, llega el momento del éxtasis, la línea de meta, una enorme sonrisa me delata, soy Finisher del Embrunman.  1992: sueño cumplido, ¿soy un superhombre? o ¿un loco?.

El año 95 lo afronto con una de las pruebas más espectaculares en las que he participado, la TranSwiss. Consistía en salir de Italia nadando, atravesar Suiza en bici y terminar corriendo en Alemania, un viaje inolvidable.

Tras realizar un pago desorbitado de unos 360€, nuestra logística no es otra que un coche, una tienda de campaña con nuestra mesa y sillas. Al menos disfrutaría de comida casera y del apoyo familiar. El día anterior te llevan en tren a la base militar de Lugano, toca dormir en tiendas de campaña del ejército y como nos tienen que llevar a Italia en autobús, pues duermes poco o nada. Dan la salida cuando algunos todavía estábamos bajando del autobús, pero poco nos importa para la que se nos avecinaba ese día. Tras la natación me subo a mi recién estrenada Kestrel KM40 para pasar muchas horas juntas. Con el espectacular Paso San Gottardo de por medio, me bajo no muy mal colocado a correr, pero aquí sí que voy a pasar un calvario de los peores de mi vida, hacia el km 9 el tremendo calor que había hecho en la bici, el no haber bebido lo suficiente y el cansancio, hacen que me pille un globo bueno, así que toca caminar más que correr, por caminos, subes y bajas continuos, y picaduras de mosquitos. 16 horas más tarde, ya noche cerrada, veo a mi familia y el locutor anuncia mi nombre por la megafonía, he terminado mi tercer Ironman, de esta prueba no tengo ni clasificaciones ni tiempos parciales, pero el recuerdo lo tengo muy presente.

En 1996, 1997, 1998, 1999 y 2000 mi destino preferido fue Ibiza. La primera de las ediciones salí el último del agua, hice el mejor parcial en bici y finalicé en una honrosa 5ª plaza. Cabe destacar que en aquella primera aventura ibicenca solo participamos 13 valientes triatletas.

En el año 2000, en el IM de Zurich, bajo un aguacero torrencial consigo hacer mi mejor marca sobre la distancia. Y como para volver de allí había que pasar cerca de Embrun, aprovecho el viaje y tras un pequeño desvío,  me planté allí para participar otra vez en el Embrunman, sólo 9 días después de Zurich.

Y nos plantamos en 2001, el último año de este ciclo, para contaros los Ironman de Lanzarote y de Hawai. Para ello tengo que retroceder a Agosto del 2000, ¿por qué?: la razón es muy sencilla. Tras quedarme a las puertas de la clasificación directa, sabía que sería muy difícil ir por puestos, ya que la gente anda mucho, pero existe otra vía que era la lotería, y esa es la opción que probé y mira por donde la fortuna me sonrió para cumplir el sueño triatlético de mi vida: ir a Hawái. La forma de enterarme fue de lo más rocambolesco, un día recibo una llamada del diario Marca invitándome a participar en un programa que tenía esta radio para hablar del triatlón. Allí que me presenté con la mosca detrás de la oreja. Me metieron en la cabina de radio y empieza el programa con las típicas preguntas del triatlón. Llegado a un punto me sueltan que voy a Hawái, que he conseguido el slot por medio de la lotería, y entonces fue cuando entré en fase anaeróbica, ¡¡¡que calores por favor!!!. Llamaron a mi madre en directo a preguntarla cosas de mí, sólo faltaba la Gemio y su programa 'Sorpresa, Sorpresa'. Tras la confirmación de la plaza para Hawái, ya sólo faltaba un requisito: terminar un Ironman oficial para que se hiciera efectiva la plaza y el elegido sería Lanzarote.

Y nos plantamos en Hawái, el 6 de Octubre del 2001, todavía con el impacto del 11S, medidas extremas de seguridad, aeropuertos vacíos, y con unos compañeros de viaje estupendos. Cuando llegas al aeropuerto de Kona y te colocan el collar de flores y empiezas a estar en una nube, miras para todos los lados, ¿a quién veré?, ¿cómo será esto?. Con el cambio de hora,  a las 4 solíamos estar despiertos y comenzaba nuestra rutina, desayuno en el buffet del hotel, nadar rodeado de peces de miles de colores, fotos con las viejas glorias, Allen, Paula, Norman, Fernanda, Scott, hacer algo de bici o correr, dependía del día.

En la Meca, la organización no puede fallar en nada, es su negocio por el que miles de personas quieren una de esas 1500 peleadas plazas y eso se nota en la calle. Bidones de bebida fría, barritas y geles, gorras, gafas, todo siempre acompañado del logo de IM.

En la tele todo parece muy grande, la playa dónde se nada es ridícula, no caben más de 10 personas, por eso la salida es desde dentro del agua. La natación es sencilla, hasta un barco y vuelta, siempre sin neopreno. Tras una rápida transición a dar pedales como un poseso por la 19 Hwy, ese día no puede fallar nada, el sueño se está convirtiendo en realidad, pero para eso tienes que cruzar la línea de meta y ser Finisher. Hay que disfrutar del momento, mirar todo lo que hay alrededor, quizá nunca regrese, y así me tomo la prueba, hay que disfrutar.  Tras 11:49:17, soy Finisher en Hawái mi sueño deportivo cumplido 9 años y 13 IM después.

SEGUNDA ETAPA. 25/05/2002 al 23/08/2007

De Lanzarote  a  Hungría pasando por, Chequia, Portugal, Alemania, mis siguientes 19 Ironman. De la entrada en el euro al concierto de Héroes del Silencio en Cheste.

Una vez cumplido el sueño de participar, disfrutar y terminar el Ironman de Hawái, se podría pensar que en lo deportivo había quemado una etapa, pero lo cierto es que el Ironman forma parte de mi ADN y de momento no lo puedo dejar, así que seguimos participando en más pruebas, algunas conocidas y algunas por descubrir.

El primer IM de esta etapa será  Lanzarote,  puntuando para ir al Campeonato del Mundo de LD de Ibiza en 2003. Y como no, este año no podía faltar a la que ya sería casi mi habitual cita anual con el Embrunman. Esta prueba celebraba su 20 aniversario y un año más disfruté de ella con Jon Arnedo, mi hermano de Embrun.

El 2004 si que fue un año pródigo en pruebas, algunas clásicas y otras que nacían, de las que ahora os cuento un poco más. La histórica Roth, es la prueba a la que cualquier triatleta debe acudir por todo lo que la rodea. Perfecta organización, la animación de la cuesta Soldberg, la carrera a pie por el canal y el bosque, además de tener un recorrido ciclista especialmente rápido. Un espectáculo que hay que vivir desde dentro.

Una nueva prueba: el Ironcat (La Ampolla-Tarragona). Me presento con una tienda, un saco y una colchoneta de agua. 200 individuos preparados para afrontar unos de los Ironman más duros que recuerdo, por el intenso calor. Para mí, un éxito terminar y el comienzo de una larga relación de la que espero poder completar las 10 ediciones, junto a  Álvaro, Ricard y Robert que somos los 4 que hemos hecho todas las ediciones.

Portugal sería mi 4º Ironman de la temporada 2004, prueba bien organizada a pesar de los pocos recursos con los que contaban. El día anterior a la prueba nos cayó una tormenta de las que hacen época, todavía recuerdo cómo estábamos todos dentro de los coches sin poder salir, las bicis abandonadas a su suerte y una boya que recibió el impacto de un rayo pasó a ser restos de boya que fuimos saboreando al día siguiente en el segmento de la natación. Pablo Cabeza, su madre y yo decidimos abandonar el lugar y subir al pueblo viendo que la situación se estaba poniendo muy fea. El día siguiente,  como si nada hubiera pasado, todo estaría preparado para que pudiéramos disfrutar de la prueba bajo un calor sofocante.

La temporada 2005 comienza pronto, el 28 de Mayo participando en el Ironcat, nueva fecha y una pequeña modificación en la carrera a pie hace que casi todos mejoremos nuestros tiempos,  en mi caso concreto fueron 2 horas menos. Vuelvo a Embrun (esta vez acompañado de Pablo Cabeza), con el compartiría un gran viaje que me dio la oportunidad de conocer a David Arroyo (2º Giro) en sus inicios.

En menos de 20 días tenía otra cita con el Home de Ferro de Portugal, el 3 de Septiembre, esta vez Alfredo Arrabal fue mi sufrido compañero de viaje. Una de las grandezas de este deporte es la cantidad de gente que conoces y con muchas de esas personas mantienes una relación más o menos estrecha. En esta prueba conocería a un grupo que merece mucho la pena, Aritz, Joseba y Ugarte.

2006, año de nieves, año de Ironmanes. Si destaco por algo este año se debe a que es en el que más pruebas sobre la distancia Ironman he competido, 5 en total.

El 20 de Mayo Lanzarote. Sin tiempo para recuperar me planto el 27 de Mayo en L’Ampolla para una edición especial del Ironcat. Cuny, Natalia y Jaime Gómez, hacen que me sienta en casa, además de muchos más amigos, Joseba, Pedro Oviedo…

Mi prueba, una de las mejores, muy cerca entra Jaime Gómez y para delirio de los tricantinos, nuestra Cuny finaliza en su debut en una memorable 3ª plaza.

Vuelvo a  Tarragona el 3 de Junio para participar en el Ironterra, prueba dura por el perfil y por el calor reinante, 12:56:34 para finalizar el 7º. La siguiente parada es en Embrun, en la tradicional fecha del  15 de Agosto,  finalizando con un tiempo  de 14:24:52.

Casi de  continuo a Embrun  vamos a Nagyatad (Hungría) con Arnedo, viaje improvisado para descubrir un nuevo IM. Ir allí es hacer un viaje a nuestro pasado reciente, infraestructuras obsoletas, coches de las películas de la DDR y otro ritmo de vida, sin prisas, y con poco dónde elegir. Es una prueba de contrastes. Los previos a la prueba son entrañables, un cura se mete hasta la cintura para darnos su bendición y darnos suerte, el bocinazo de salida lo sustituyen por un cañonazo de verdad, menudo susto me llevé, se me pusieron las pulsaciones a mil. Tras un plácido segmento de natación; transición y a dar pedales sobre un  circuito rápido  y ameno, con el paso por medio de un poblado chabolista, por el que pedaleabas lo más rápido que podías y cruzando los dedos para no pinchar en esa zona. Con la motivación del buen segmento ciclista, toca la carrera a pie, en un circuito urbano a vueltas, ayuda que en un momento dado todos los participantes de la prueba estemos juntos, lo que hace que no vayas solo en ningún momento. Buen recuerdo de una prueba que compartí con Jon Arnedo, Gorka Blasco y familia , además de Andreu y Carlos.

En el último año de esta etapa, el 2007, la edición del Ironcat fue una auténtica invasión de la familia Euskoman, a los que agradecí el avituallamiento especial de patatas, aunque las alubias no desmerecían nada. Pero el verdadero protagonista para mí de esta edición fue Álvaro Ligero que con mucho tesón terminó su primer IM.

Este mismo año corrí el Moraviaman, celebrado en  Otrokovice (Chequia), donde sólo se va si sabes que organizan un Ironman. Durante el viaje nuestro vehículo va perdiendo aceite pero por suerte teníamos un taller de Volkswagen cerca y nos consiguieron reparar la avería con tiempo suficiente para llegar a la prueba. El hotel estilo “Sissi Emperatriz". En el briefing nos comunican que no permiten el traje de neopreno, para nuestra contrariedad y la de algún italiano que decidió no participar en la prueba, el motivo no era otro que la mayoría de los checos no podían acceder a comprar uno y allí cortan por lo sano, todos a pelo al agua y a pasar frío. El circuito de bici para rodadores y que mejor manera para celebrar este IM que recorrer las calles de Praga y degustar sus cervezas.

Llegaría de nuevo Embrun y esta vez fue la que más tiempo tardé en terminar la prueba, 16:08:16, por una maratón lamentable.

Termino la temporada en Hungría, participando en el Extreman. La carrera a pie, con  un circuito de 2,5 kms es un mareo y caos, una pantalla gigante muestra las vueltas que te quedan. Jaime realizó una gran prueba y Cuny quedó 1ª extranjera y le tocó subir al podio. La entrega de premios destaca, porque debes llevar la camiseta de Finisher y te colocan en una grada lateral de un pabellón y desde el último al primero,  vamos pasando todos por el escenario montado, para recoger nuestro recuerdo y ocupar un sitio en el medio del pabellón y disfrutar de una entrega de premios muy amena, con la actuación estelar de la flautista de Nagyatad.

 

TERCERA ETAPA - 17/05/2008 al 15/08/2012

De L’Ampolla a Embrun, los siguientes 18 Ironman. De la Crisis Mundial a London 2012.

Ya estamos en la fase final, tranquilos que queda poco, esto es más duro que preparar un IM os lo aseguro. Muchas de las pruebas que haré en estos últimos años son pruebas que ya conozco bien y por otra parte vamos a vivir el nacimiento de otras. He perdido el espíritu aventurero de pruebas alejadas y de los circuitos de las grandes marcas.

El 17 de Mayo de 2008, el ya clásico Ironcat, con la novedad este año de una lluvia pertinaz que nos acompaña durante toda la bici, menos mal que el circuito es fácil y no provoca incidentes de relevancia.

La siguiente prueba sería en Embrun, con mis amigos tricantino, Alfredo, Jaime, Guille y Ángel. Nos tocaría un día infernal de bici, algunos se refugiaron en casas particulares para poder entrar en calor y gracias a que ofrecieron té caliente pudieron continuar. Recuerdo que me puse el chubasquero en la cima y no me lo quité hasta la transición.

En el  Ironcat de 2009, alcanzamos el podio por equipos, quedando 2º y recibiendo el correspondiente cheque que decidimos compartir con nuestros acompañantes en una cena inolvidable, en la que el cava fue el gran protagonista.

En Julio participo en el Ironman más duro del mundo, el Altriman, tomando el modelo Embrunman y añadiéndole un poco más de pimienta a la prueba. Natación a 1500 metros, salida a las 5:30. 196 kms  de ciclismo y 5000 metros de desnivel positivo. Y la  maratón por bosques frondosos,  entre 1500 y 1800 metros de altitud. Pero como todo esto les parecía poco, decidieron que nevara la noche anterior,  nada de alfombras en los boxes, en medio del campo y embarrado mucho mejor. Allí me planté a las 4:30 con 5º C de temperatura exterior, mejor dentro del agua que fuera. Vestido como cuando salgo a entrenar en invierno, guantes largos, mallas largas, camiseta térmica y  maillot de manga larga, no sobra nada. La carrera a pie fue lo menos malo del día, no llovió al menos, aunque los desniveles eran considerables, entré en meta tras 16:49:52 y el puesto 52. Sólo tuve fuerzas para llegar a la tienda y meterme en el saco de cabeza, si el neopreno hubiera estado seco duermo con él.

Después del Altriman, tenía que volver a Embrun para poder comparar bien cuál de los dos era más duro.

Y el 4 de Octubre aterriza un nuevo Ironman en Calella, prueba que comparto con mis amigos tricantinos, Angelito debutando y terminando en pleno 'Oktoberfest' no tiene precio. Buena organización, con circuitos muy rápidos y ofreciendo a los triatletas todo lo que pueden demandar.

Llegamos a 2010 con los 40 años llamando a mi puerta y con 38 IM encima. Esto hace que planifique el 40 IM la semana del 8 de julio,  fecha de mi cumpleaños.  Pero no iba a comenzar bien el año, una hernia inguinal a finales de Enero hace que pase por quirófano en febrero. Más de un mes sin hacer nada, me planto a finales de Marzo con cero deporte y con sólo 6 semanas para participar en el Ironcat. Los primeros días y semanas de mi retorno deportivo fueron un calvario, falto de kilómetros me presento en la salida con el único objetivo de cruzar la meta, tras sufrir un auténtico calvario en la bici, debido al viento reinante, con ráfagas de más de 80 kms que tiraron la moto de los jueces. Con más pena que gloria termino, ya estoy a sólo 1 IM de los 40, y ese será el Altriman, 2 días después de mi cumple. El 10 de Julio nos acoge esta vez con mucho calor, pero con los mismos circuitos extremos. Al cruzar la meta no puedo por más que explotar de felicidad por un logro que a principios de año veía imposible.

El siguiente reto era el Astromad, donde las retiradas fueron la tónica del día, con deciros que el ganador invirtió el mismo tiempo que en Embrun, os podéis hacer una idea de su dureza. Después del Astromad había que hacer algo más suave, y que mejor sitio que ir a Calella para cerrar la temporada y completar mi 42 IM.

El 2011 pródigo en las mismas pruebas de siempre, no os voy a aburrir de Ironcat, Altriman, Embrunman, Calella….Incluimos el Extrememan de Salou, con el aliciente del reportaje que realizó TVE para el telediario. Lo que más me gustó de Salou es sin duda el circuito de bici por toda la zona del Priorato, en cambio la carrera a pie ha sido de las peores que he podido hacer, tras estas 5 pruebas ya tenemos 47, y ya sí que había que pensar en llegar a los 50.

Con tan sólo 3 pruebas pendientes de llegar había que planificar cuándo cumpliría mi 50 IM y, como casualmente coincide con mi 20 aniversario (15 de Agosto del 1992 - 15 de Agosto del 2012), decido ponerme el reto en el Embrunman. Para eso tengo que hacer antes 2 IM,  acudo a la IX edición del Ironcat y a la II de Salou. Ahora sólo queda disfrutar de una prueba que tanto me ha dado, para eso llevo la cámara de fotos encima, para inmortalizar el momento que comparto con muchos amigos que debutan en la prueba aunque no en la distancia y todos señalan la dureza de la misma y es que al Ironman hay que tenerle respeto.

Y esto no ha terminado. Cuando leáis esto ya he sumado un IM más: el Ironbask. Pero eso ya es otra historia.

LOS QUE CONOCEN A CARLOS OPINAN:


FRAN CHICO

“Recuerdo perfectamente a Carlos Ramírez meterse en el coche la mañana después de su primer Embrun para volver a Madrid (fue hace mil años, en un viaje mítico capitaneado por Alix). Creo que aunque se hubiera incendiado el coche no hubiera tenido fuerzas para salir. Recuerdo que era 1992 porque vimos a Fermín Cacho ganar los 1.500 cuando íbamos para allí. Hicimos el recorrido con la bici unos días antes y a mí no me entraba en la cabeza que nadie, además de subirse el Izoard y otros cientos de cuestas después de 4.000 de agua, se metiera 42 kilómetros (justo ese año había hecho yo mi primer maratón). Yo lo veía imposible y lo que más me llamó la atención de Carlos no era lo entrenado que venía  sino su fortaleza mental. Mientras yo no podía imaginármelo, él en su cabeza ya era un “finisher". Y seguirá siendo, además de un buen tío, un finisher hasta que se muera. Me juego lo que queráis a qué iremos a la fiesta de celebración de su Ironman centenario".

 

MARCEL ZAMORA

“Me parece una proeza muy difícil de conseguir y demuestra ser un deportista muy fuerte mentalmente, más que físicamente, porque la dureza de hacer tantos al año es complicado mentalmente, ya que físicamente él esta más que preparado. Pero si algo me gusta de él es que lo disfruta y no va todo el día predicando que lo hace, lo hace porque es su pasión y porque lo vive, sin duda total admiración, no por los 50, sino por vivir su sueño".

 

JAIME GÓMEZ

“Cuando un día las cosas no van bien, desempolvo un álbum de viejas fotos, de papel, de las de verdad, y allí me veo entrando en meta en mi primer IRONMAN y recuerdo como, antes de caerme al suelo, Carlos me recogió para darme un abrazo de lágrimas y sudor. El me enseñó que en el IRONMAN sólo cabe un camino, la pasión. Cuando las fuerzas parece que se han agotado,  es el momento de los valientes, de apretar los dientes, de echar el resto. Así es Carlos Ramírez, así es el IRONMAN, así es la vida".

 

MARIBEL BLANCO

"Sólo los que llevamos muchos años en el triatlón sabemos de él, porque es un hombre silencioso... Por su discreción, por su sonrisa, por su forma de entender este deporte, es tan grande como su sencillez. Estoy segura que sus Ironman, no terminan en el 50 y que le seguiremos viendo disfrutar en cada uno de ellos, como si del primero se tratase, con la misma ilusión y sonrisa que le caracteriza".