Mario Mola conquistó por tercer año consecutivo la prueba de las Series Mundiales de Yokohama (Japón). Más allá de su indiscutible talento como triatleta, el bicampeón del mundo volvió a demostrar su categoría personal. Primero, dedicando la victoria a su novia, Carolina Routier, atropellada de gravedad hace unas semanas. En los últimos metros de la carrera, Mario señaló dos veces con el dedo y mandó un beso también en dirección a una de las cámaras de la zona de llegada porque sabía que Carol estaría viéndole... "Esta victoria es para Carol", dijo después de la prueba...
Y en cuanto vio que Fernando Alarza llegaba exhausto a meta después de luchar hasta el final por la segunda plaza, no dudó en coger rápidamente una botella de agua para abrazarle y echársela por encima para intentar ayudarle a recuperarse...