En 3.000 metros de natación, 116 kilómetros de bici y otros 30 de carrera a pie da tiempo a que pasen muchas cosas... Pero el Mundial de Larga Distancia de Ibiza del pasado domingo se decidió por un margen 'cortísimo' y en la parte final.
El título 'cayó' del lado del francés Clement Mignon, que superó al español Antonio Benito dentro ya de los últimos 2 km de la prueba. Pero el manchego vendió muy caro el oro. Cada segundo costaba sangre, sudor y lágrimas. Sólo hay que ver cómo entró en la segunda transición el propio Mignon: tan rápido que perdió el control de la bici y se fue al suelo...