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[VÍDEO] La nadadora de 99 años que acaba de romper tres récords mundiales

Este año cumple el siglo de vida, pero la nadadora canadiense Betty Brussel sigue rompiendo barreras... y récords.

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[VÍDEO] La nadadora de 99 años que acaba de romper tres récords mundiales.

Se llama Betty Brussel. Es canadiense, concretamente de la ciudad de Saanich, en la Columbia Británica. Tiene 99 años: en 2024 cumple los 100. ¡¡Y acaba de batir tres récords mundiales de natación!!

Ha sido en casa, en una competición celebrada precisamente en Saanich. Allí, para asombro de propios y extraños, Betty ha firmado la mejor marca de la historia en su franja de edad (100-104) en las pruebas de 400 libres, 50 espalda y 50 braza. Todo, en la misma jornada.

"Solo cuento los largos"

"Cuando nado, no pienso en nada. Nada. Solo cuento los largos, para saber cuántos me quedan. Siempre trato de encontrar un ritmo que pueda mantener; en estas carreras le pides mucho al cuerpo. Y en el último largo, bueno, lo doy todo", confesaba tras rebajar en casi cuatro minutos la plusmarca previa del 400 libres. Betty nadó en 12’50.30. El récord previo era 16:36.80.

Betty Brussel: 400 LIBRES

Betty Brussel: 50 ESPALDA

Nunca es tarde si la dicha es buena

Nacida en Holanda en 1924, Brussel y sus hermanos aprendieron a nadar en los canales cercanos a Ámsterdam.

En 1959, ella y su esposo Gerrit se mudaron a Canadá y se establecieron en las afueras de la ciudad de Grand Forks, donde criaron a sus tres hijos.

Brussel se interesó por primera vez en la natación y en la competición cuando a partir de los 60 años, cuando compitió en los Juegos Senior de Columbia Británica. “No tenía ni idea de lo que estaba haciendo”, reconocía entonces.

“Realmente disfruto de nadar. Me encanta la sensación de deslizarme en el agua y me hace sentir muy bien”, explica Betty, que acude a la piscina dos veces a la semana y, simplemente, se dedica a hacer largos a un ritmo tranquilo.

Las claves de la 'eterna juventud' de Betty

"¿Qué puedo decir? Soy un poco vaga. Si gano, estoy feliz de ganar. Pero si me lo paso bien, soy más feliz. No pienso en los récords. Sólo nado", asegura Betty, que vive sola desde que falleció su marido hace pocos años, y que está segura de que se siente tan bien a sus casi 100 años no sólo por la natación: es una lectora infatigable, hace rompecabezas y criptogramas, además de bordar, hacer punto de cruz y tejer.

Su propio documental

“Betty tiene los ojos azules más brillantes y la sonrisa más grande. Es muy divertida y charlatana. Cuando se trata de entrenar, me aseguro de que no esté haciendo nada biomecánicamente contraproducente o que pueda lesionarse", afirma Stanley Wilson, compañero de entrenamientos de Betty, que se ha convertido en una inspiración para otros miembros del club. Hasta los cineastas Hannah Walsh y Emma Puchniak han puesto en marcha un documental sobre ella que esparan lanzar a finales de este año.

“A veces me siento vieja. Mi hijo menor, que tiene 70 años, me lo dice: '¡Mamá, eres vieja!' Pero en realidad no me siento vieja, sólo cuando estoy muy cansada. Pero el resto del tiempo no me siento vieja. Pase lo que pase, siempre vuelvo a nadar. Siempre me siento mejor cuando olvido todas mis preocupaciones en el agua", concluye Betty.