El 'toro' noruego se ha hecho con él en St. George (Utah, EE.UU.), donde el pasado mes de mayo conquistó el 'hermano mayor': el Mundial IRONMAN. Un doblete histórico que sumar al que logró en 2021 con el oro olímpico y el Mundial ITU.
Además, este Campeonato del Mundo 70.3 tiene para él un sabor especial. Por un lado, en sus dos intentos anteriores, tanto en Niza 2019 (acabó 4º) como el año pasado también en St. George (fue 26º), no estuvo a la altura de las expectativas. Por otro, quería resarcirse, igualmente, de su tercer puesto en el recientemente disputado Mundial IRONMAN de Kona.
"No puedes vengarte de Kona fuera de Kona; ha estado en mi mente todos los días durante estas tres semanas. Tengo que volver allí para la revancha verdadera", explicaba tras su victoria de este sábado con una sonrisa en los labios, sonrisa que le empezó a asomar incluso antes de terminar la carrera.
Faltaban poco más de 5 km para la línea de meta cuando Blummenfelt cambió el ritmo, soltó al estadounidense Ben Kanute –que ni hizo el intento de seguirle– y se marchó en solitario a por su primer título en el Mundial IRONMAN 70.3 y su particular doblete en St. George.
"Mi objetivo era tratar de presionar a Magnus (Ditlev) y Gustav (Iden) al principio de la bicicleta. Me sentí fuerte durante toda la prueba. En el medio maratón, traté de contenerme tanto como pude antes de poner la segunda marcha", añadía el 'toro'.
Con Iden ya retirado, Ditlev relegado al bronce y Kanute descolgado, Blummenfelt sabía que el ansiado triunfo era suyo, de modo que pudo saborearlo como la ocasión merecía en este tramo final.
Así, se permitió hablar con el cámara como si estuviera corriendo por un parque cualquiera... y hasta posar en plena carrera en los selfies de los aficionados...