El pasado fin de semana, el IRONMAN 70.3 Andorra nos descubrió este pequeño y maravilloso país, donde la naturaleza es la gran protagonista.
Con un sector de natación en el Lago d’Engolasters, a 1.600 metros de altitud, la prueba también presentó un circuito ciclista exigente, marcado por la ascensión a dos puertos míticos del territorio, y una carrera a pie por las calles de la capital, Andorra la Vella, la más alta de Europa.
Una carrera que dejó en el recuerdo de los atletas y sus acompañantes imágenes espectaculares de un país tan singular como bonito...