El despertador suena a las 7 de la mañana... Patrik Nilsson ha dormido nueve horas, una buena costumbre que trata de respetar siempre. Está listo para comenzar con su larga jornada de trabajo...
Lo primero, el desayuno. A continuación, entrenamiento de bici: 4 horas y más de 170 km. En ocasiones, el triatleta sueco, de 28 años, realiza la sesion de ciclismo en el rodillo y en el cuarto de baño para simular las condiciones de calor y humedad que se encontrará en determinadas carreras, como en el Mundial IRONMAN de Kona, donde en 2017 acabó 8º.
Después, pequeño tentempié (una ducha y comer siempre algo justo después de cada entreno es una obligación para Nilsson)... y a por la carrera a pie: en una hora completa 16 km.
Luego, la comida y una stretching con el foam roller (o estar un rato con las botas de recuperación).
Ya por tarde, el entrenamiento de natación: otra hora más.
Cierra el día con la cena y con un snack antes de acostarse. En total, ingiere algo más de 5.000 calorías.
Lo mejor es que lo veas: así es un día en la vida de Patrik Nilsson, campeón del IRONMAN de Texas en 2019, del IRONMAN de Barcelona y del IRONMAN de Copenhague en 2016, del IRONMAN de Kalmar en 2015 y del IRONMAN de Malasia en 2014...