Pakillo Fernández-Cortés (4/11/1987 – Almendralejo) empezó como triatleta cuando sólo tenía diez años en el club de su ciudad. Hoy, a los 36, 'sigue dando guerra'.
En 2003 se le ofrece la posibilidad de entrar en el CAR de Madrid, durante seis estupendas temporadas. Después continua sus entrenamientos en el CNTD de Cáceres tres años más, hasta que en 2013 tuvo que pasar por quirófano para operarse las rodillas a causa de unas lesiones en la cintilla iliotibial.
Entonces, ya en Toledo, empieza a compaginar sus entrenamientos con su faceta de entrenador (BULL PROJECT TRIATLON): un grupo de 40 personas entre triatletas, atletas, ciclistas y opositores.
Además, de vez en cuando, "Pakillada al canto", como la del pasado fin de semana:
Carambolas de la vida... quién me iba a decir a mí que este próximo 'finde' voy a poder poner en marcha la 'Pakillada' que tanto tiempo lleva en mi mente y que tiene como inspiración al mejor escalador de la historia, al mítico toledano Federico Martín Bahamontes (ya contaré el porqué).
PAKILLADA AL CANTO:
Tri Olímpico Castellón + 450 km en bici (Castellón - Toledo)
Si hay algo que tengo claro es que solo se vive una vez, pero si lo haces bien, con una es más que suficiente. Por ello, vamos a por otro reto personal que me llena de adrenalina, respeto y felicidad.
La 'Pakillada' acabó bien... después de casi 16 horas que dieron para muchas reflexiones:
Dificil expresar las diferentes emociones que se viven en un día así y más aún escribirlas, aunque voy a intentarlo.
Durante el Tri de Castellón, donde lideré la prueba hasta el km 2 de carrera (sufrí un pinchazo abdominal que me dejó KO), mi carrera estaba 100x100 focus en la competi. Tenía la espina de 2022. Y ahora, aún más clavada para 2024.
Sin tiempo para pensarlo y ya en el hotel, preparé las movidas para la Pakillada. Cené en el Burger King y a dormir sobre las 12h.
Poco, casi nada, dormí, nerviosito por arrancar, y de golpe y porrazo a las 5:00 estaba saliendo de Castellón a Villareal, Alquerías, Vall d'uxo, Segorbe, Sot Chera, Requena, Iniesta, San Clemente, Mota del Cuervo, Ocaña (algunos de los pueblos del recorrido).
Una tirada así da para pensar mucho, por eso aproveché para estar en silencio, escucharme a mí mismo, disfrutar de paisajes, sobreponerme a momentos duros, recordar momentos, organizar mi presente y valorar mi pasado.
Momentos dulces y de nostalgia al pasar por sitios donde he sido y me siento feliz. Momentos de subidón y uno de bajón (120 km aire de cara). Pensé mucho en esos dos mini-abrazos que deseaba dar y que desafortunadamente no pude.
Me acordé de amigos y familiares y de aquellos amigos a los que ahora no puedo apretarles la mano o darles un abrazo. También de aquellos que no están. Y pensé... en mi vida, en todo lo bueno que tengo a mi lado y lo que me regala día a día. Busqué nuevos objetivos y me nacieron nuevas ideas. He investigado en mi interior y he vuelto a encontrar las respuestas. A los desafio, a las pruebas.
Soy afortunado y de eso no hay duda.
Ha sido una experiencia increíble que me ayuda a subir un peldaño en mi escalera de realización personal. Nuevos objetivos por delante.
Y antes de terminar dejar aquí por escrito que: "Las cosas ocurren dos veces en la vida. Una cuando las imaginamos y la otra cuando la creamos".
Por ello sigo imaginando mi vida y creando mi realidad.
PD: No son los kms. Es la motivación, las ganas y tener claro que, como dice la canción de Luis Fonsi: hay que ir 'despacito'.