El pasado 3 de julio, el triatleta neozelandés Terenzo Bozzone resultó herido de gravedad tras ser atropellado mientras entrenaba con la bici por el conductor de un camión que se dio a la fuga, según un testigo que presenció el accidente.
Bozzone, de 33 años, casado y con dos hijos, era hasta ese momento uno de los triatletas del año. Había ganado el Ironman de Nueva Zelanda, el 70.3 de Bariloche (Argentina) y el de Campeche (México) en un margen de dos semanas, entre el 3 y el 18 de marzo. Y el 6 de mayo también se impuso en el Ironman 70.3 de Busselton (Australia).
Sin embargo, aquel fatídico 3 de julio su sensacional trayectoria en este 2018 se truncó cuando un camionero le arrolló en una carretera de la zona de Kumeu, en el noroeste de Auckand (Nueva Zelanda), dejándole en estado grave. Ahora, cuando sólo ha pasado poco más de un mes y después de pasar por el quirófano, Bozzone ha podido regresar a los entrenamientos. Hace unos días empezó a correr, como él mismo contó en las redes sociales. Y este domingo ha vuelto a coger la bici.
"Hoy he podido sentir la primavera en el aire... Primera salida en bici con mis guardaespaldas y las sensaciones han sido buenas... Progresando lentamente con los entrenamientos y el cuerpo mejorando cada día", explicaba Terenzo, que en su última competición antes del accidente, el Ironman de Cairns (Australia), acabó 3º, sólo superado por su compatriota Braden Currie y Javier Gómez Noya.