El verano es un momento propicio para entrenar porque hay más tiempo libre, y por tanto, posibilidad de rutas ciclistas más largas. Pero la época estival es también más exigente físicamente por el calor y el sol, que desgastan más el cuerpo después de entrenar o competir. Por eso se hace más importante la necesidad de rehidratación y recuperación de la energía perdida. Así reaccionaron los participantes en esta fiesta ciclista cuando les propusimos probar San Miguel 0,0 Isotónica.