Aunque no es una noticia eminentemente deportiva, sí está relacionada con el triatlón, ya que, en este caso, tiene que ver con Hawaii, donde cada año –en 2019, será el próximo 12 de octubre– se disputa el que probablemente sea el evento más importante de nuestra disciplina: el Campeonato del Mundo Ironman. En mayo de 2018 también dábamos cuenta de la erupción del volcán Kilauea, que llegó a provocar cierta inquietud entre los triatletas que cada año acuden a 'la Meca'. El pasado mes de enero también nos hicimos eco de la aparición frente a la costa de Hawaii de 'Deep Blue', el que está catalogado como el tiburón blanco más grande del planeta. En mayo, otro escualo atacaba y provocaba la muerte de un hombre que estaba nadando en Ka’anapali Beach Park, una playa de la isla de Maui, muy cerca de D.T. Fleming Beach, donde arranca todos los años el Mundial XTERRA.
Y este mismo martes una mujer de 27 años ha sufrido otro ataque de tiburón mientras nadaba en las aguas de Napoopoo Park Beach, en Kealakekua Bay, un histórico parque estatal en la parte oeste de Hawaii, 20 kilómetros al sur de Kona.
Según la policía de Hawaii, el ataque se produjo a las 8 de la mañana. La víctima, cuya identidad no ha sido revelada, sufrió heridas en la zona lumbar y en la cadera derecha, y fue trasladada en estado grave al Hospital Comunitario de Kona. Ya el miércoles, las autoridades informaron de que evolucionaba favorablemente.
"Oí un grito espeluznante. Estaba cerca de la orilla. Había sangre por todas partes. Una ola la arrastró hasta la orilla", explicaba un testigo en el diario local West Hawaii Today.
El Jefe del Departamento de Bomberos de Hawaii, William Bergin, comentó en Associated Press que el animal es probablemente un tiburón de arrecife de punta negra de 2 metros y que la alta concentración de peces en esta zona atrae a los escualos. De hecho, Kealakekua Bay es conocida por sus aguas cristalinas y su vida marina, sus corales y bancos de peces tropicales, gran atractivo para buceadores de todo el mundo.
La bahía estuvo cerrada hasta el mediodía del miércoles, que es el protocolo estándar después de un ataque de tiburón.