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La Magia de Río

Os contamos todos los detalles de la cita olímpica que tendrá lugar el día 18 y 20 de Agosto en Río de Janeiro

Alberto Trillo

10 minutos

La Magia de Río

La magia de Rio no va a dejar indiferente a nadie, y menos si cabe a los amantes del triatlón: la quinta cita olímpica presenta un circuito apasionante, preludio de batallas épicas y para el recuerdo. Tanto la competición masculina como la femenina se prevén muy abiertas, y, a la vez, muy distintas una de la otra. Sin embargo, todo el mundo coincide: los próximos campeones olímpicos serán dos triatletas completos, sin fisuras, y que harán una carrera perfecta. Analizamos la prueba olímpica en todas sus dimensiones: desgranamos el circuito, vemos quiénes son los favoritos y cuáles serán las dinámicas de carrera presumibles.

¿Cómo seguir la prueba?

▶ Masculina: Jueves 18 de agosto, 16:00, hora peninsular, TVE.

▶ Femenina: Sábado 20 de agosto, 16:00, hora peninsular, TVE.

En la revista publicaremos las crónicas más detalladas de ambas pruebas, analizando los pormenores de las que probablemente se conviertan en las mejores carreras de la historia del triatlón. Además haremos un completo seguimiento en directo a través de nuestras redes sociales,

ANÁLISIS DEL CIRCUITO

El circuito de Río de Janeiro no merece otro calificativo que no sea el de espectacular, tanto por el entorno como por las dinámicas de carrera que puede ofrecer.

Natación

Tal y como ha sucedido en las cuatro ediciones anteriores del triatlón de los JJ.OO., los 1.500m de natación se disputarán a una sola vuelta. Esto beneficia en teoría a los mejores nadadores, que pueden mantener su ritmo constante y marcar más diferencias. La primera boya estará más lejos de lo habitual, lo que disminuye el valor de la explosividad para situarse bien al inicio y evitar el embudo habitual, pero aumenta la importancia de la orientación en el agua, y dificulta seguir los pies.

Además, a buen seguro se nadará sin neopreno y en unas aguas probablemente movidas, en las que habrá que gestionar a la perfección tanto la entrada (salida desde la playa) como la salida, donde la habilidad específica de cada uno puede generar unos segundos cruciales para ganar o perder la carrera. En definitiva, la máxima del triatlón “quién no nada, no disputa”, se cumplirá en Río. Muchos verán cómo se dejan sus opciones ya en el agua.

Ciclismo

Solo hay que echar un vistazo al perfil para hacerse una idea de las posibilidades que ofrece para los buenos ciclistas, así como para hacer una prueba dura, con mucho desgaste, en la que solo los más fuertes puedan disputar a pie. Al igual que en la natación, no hay lugar para esconderse. Habrá que dar la cara de un modo u otro. No se trata sólo de subir bien. Hay un buen tramo de plano en el que habrá que luchar la posición para entrar bien colocado a la zona de subidas, ya sea para atacar o para no descolgarse aquellos que vayan más justos hacia arriba.

Y quien escale bien, también tendrá que ser muy técnico en la bajada para no perder sus opciones. El año pasado en el simulacro hubo varias caídas. Serán ocho veces las que ascenderán el Morro do Cantagalo. Si nos atenemos a la experiencia olímpica de Atenas, que resulta la comparación más apropiada en cuanto a este segmento, no sería extraño que estas subidas acaben rompiendo la carrera de alguna manera. En cualquier caso, condicionarán el segmento a pie.

Carrera a pie

En unos Juegos Olímpicos, no hay tregua en ningún momento. Con toda la fatiga que llevarán en el cuerpo, se bajarán a correr 10km planos por el paseo de Copacabana. No será una carrera de las más rápidas.

El segmento a pie se disputará en unas circunstancias muy distintas a las de una Serie Mundial estándar. La experiencia será sin duda un grado en esta prueba para triatletas absolutamente completos.

CATEGORÍA MASCULINA

▶ Los favoritos al oro:

Alistair Brownlee

Jonathan Brownlee

Mario Mola

Richard Murray

Vincent Luis

▶ Posibles medallas:

Fernando Alarza

Joao Silva

Los australianos

▶ Sorprendería…

Kristian Blummenfelt

Desde la llegada de los Brownlee a la élite mundial, el triatlón  vivió una nueva evolución. Rio no será excepción. Mola es el primer rival que todos querrán descartar. Nadie querrá bajarse a correr con él en un circuito que le viene (salvo la natación) como anillo al dedo a un hombre ligero, que además se desenvuelve a gusto en condiciones de calor y humedad.

Los Brownlee aliarán sus fuerzas con el gran nadador Richard Varga y además contarán a su disposición como gregario con Gordon Benson, aunque ya se sabe que las tácticas de equipo en triatlón no siempre salen tan bien como los planes de El Equipo-A.

Con la incógnita del estado de forma de Luis – inédito en lo que va de año, salvo por su gesta de coronarse subcampeón francés de cross –, con la esperanza de que Fernando Alarza formará parte la locomotora de carrera, y con los otros dos franceses, Le Corre y Coninx, buenos nadadores, junto a Schoeman, los australianos, Fabian y alguno más, probablemente se forme un grupo de cabeza. A partir de ahí… ¿habrá entendimiento para poner tierra de por medio con el resto y nos lo jugamos a pie? ¿O querrán los Brownlee, principalmente Alistair (recordemos su exhibición en el cuerno de Kitzbühel en 2013), romper la carrera para llegar con las medallas repartidas a la T2?

Y en el medio de todos estos favoritos aparece el primer triatleta noruego que disputará los JJ.OO.: Kristian Blummenfelt. Seguramente no cuente para la victoria pero su papel puede resultar crucial a tenor de lo que ya hemos visto de él: descaro, valentía y mucha fuerza. Se encuentre delante o detrás, puede influir mucho a que la carrera vaya en una dirección u otra. No se le espera en la ceremonia de entrega de medallas… pero tampoco se le esperaba a Frodeno en Pekín, donde llegó sin saber lo que era ganar un triatlón de nivel. Los Juegos Olímpicos también dan sorpresas; sea el noruego u otro que no detecten todavía los radares triatléticos, esa posibilidad existe.

Jonathan Brownlee jugará una vez más al escondite con la sombra de su hermano mayor, que llevará probablemente la iniciativa y el peso de la prueba. Parece que las opciones que tienen los Brownlee pasan por romper la carrera en bici.

Por su parte, Mola tendrá que hacer su carrera, lo cual tiene la ventaja de poder centrarse en su ritmo, en su trabajo, en evitar las tácticas (al menos hasta llegar a cabeza de carrera). Si conecta, no hay ninguna duda de que el quinto campeón olímpico puede ser un mallorquín. Y si saliese en cabeza ya desde el agua, el encargado de colocar las banderas para la entrega de medallas, podría aventurarse a izar la que irá en el centro.

Alarza también aspira a todo con la prerrogativa de no tener ninguna presión. Son sus primeros y merecidos Juegos. Este año ya ha conocido su primer gran triunfo. ¿Por qué no algo más? Por último, falta mencionar a Richard Murray, que el año pasado marcó el mejor parcial a pie en el simulacro. La pregunta para el sudafricano tiene la respuesta en el fondo del océano Atlántico. Si la encuentra, ojo, correrá poseído hacia cualquier metal.

La gran duda entre los candidatos al oro es Vincent Luis. El francés ha demostrado una progresión gradual en los últimos años con la que se ha ganado el cartel de favorito. Ha optado por una preparación inusual, más si cabe para un circuito como el de Río. Luis se ha centrado en la carrera a pie de la mano de un entrenador de atletismo con el objetivo de llegar a Río capaz de correr en 28’30”. Una apuesta arriesgada pero como también dicen en francés, “el que no arriesga, no gana”.

CATEGORÍA FEMENINA

▶ Las favoritas al oro:

Gwen Jorgensen

Helen Jenkins

Nicola Spirig

▶ Posibles medallas:

Non Stanford

Erin Densham

Lisa Nordén

Andrea Hewitt

Sarah True

Emma Moffatt

Asleigh Gentle

Katie Zaferes

▶ Soprendería…

Flora Duffy

La femenina es de más difícil lectura. Sólo hay una cosa clara: quien quiera el oro no puede pisar la T2 junto a Gwen Jorgensen. Más allá de esta consideración, las posibilidades y dinámicas de carrera son efectivamente más impredecibles. La estadounidense es la gran favorita pero tendrá que luchar contra todas las previsiones, que normalmente son de compañía traicionera, así como la presión de que todo un país tan nacionalista como los Estados Unidos deposite sus esperanzas de barras y estrellas al viento sobre los hombros huesudos de la campeona de Illinois. La prueba le plantea además todos los desafíos posibles para que, si gana, no quede duda de que no es sólo una grandísima corredora a pie, sino una de las mejores triatletas de todos los tiempos.

La actual campeona olímpica, Nicola Spirig, y la británica Helen Jenkins, doble campeona del mundo (2008, 2011), se postulan como las grandes alternativas al oro. Sobre Spirig planean dudas sobre su natación, que ha sido deficiente en los últimos tiempos y que, además, se ha visto afectada por la fractura múltiple en la mano que se produjo en la WTS de Abu Dhabi, en marzo de este año. No obstante, su poderío ciclista está fuera de cualquier duda y su carrera a pie, con un 3.000m en pista al inicio de junio en 9’07” en una semana de carga, tampoco. Junto a su experiencia, demuestra la misma solidez que ofrece Helen Jenkins.

La galesa llega en un momento de forma excelente tras un ciclo olímpico complicado, en el que ha arrastrado las lesiones que la mermaron previamente a los Juegos de Londres. Como ha declarado Brett Sutton, el entrenador de Spirig, tras la decisión del equipo estadounidense de incluir a Katie Zaferes como tercer componente, “Jenkins es la favorita al oro”. Lo dice también tras su tri-demostración en Gold Coast en la que rompió la racha de imbatibilidad que ostentó Jorgensen durante casi dos años.

En lo que comentaba Sutton, se jugará buena parte de la prueba femenina. ¿Cómo pueden colaborar los equipos británico y australiano (entre sí y entre equipos) para dinamitar la carrera en la subida al Morro de Cantagalo? ¿O hará cada una su carrera? En el mismo plano, parece que la consigna del equipo de EE.UU. la dictará la mismísima estatua de la Libertad, lo cual se puede traducir en una situación de carrera imposible de gestionar para Jorgensen en solitario.

Al igual que en la prueba masculina, no conviene olvidar a otra triatleta que no se ve “favorita” a sí misma, pero cuya actuación puede convertirse en la kriptonita que debilite a SuperJorgensen. Es Flora Duffy. La de Bermudas ha sido una de las grandes protagonistas de la primera parte de la temporada con sus exhibiciones ciclistas. La habilidad sobre las dos ruedas de la campeona del mundo de XTerra sobresale entre las demás. Sabe que su opción son “90 segundos en boxes” sobre Jorgensen, y que no le van a faltar aliadas para remar juntas sobre todo en la zona llana del circuito.

Andrea Hewitt y Lisa Nordén, la subcampeona olímpica en Londres, buscarán optimizar sus cualidades ciclistas para endurecer la carrera y llegar a la segunda transición con más posibilidades. Queda por saber cuándo y cómo llegará Spirig a contactar con ellas (asumiendo que no nadará bien). Densham y Moffatt, con sendos bronces olímpicos, tampoco se pueden descartar en una prueba que se adapta a su perfil de triatleta curtida en mil batallas y que sabe rendir el día-D. La otra australiana, Asleigh Gentle tampoco conviene descartarla. Australia ha ganado medalla en todas las ediciones de los Juegos.

Y si la bici no termina siendo decisiva, las británicas Stanford y Holland semejan las dos opciones más realistas para hacerle frente a una Jorgensen que, pese a su superioridad a pie, podría llegar al paseo de Copacabana con el desgaste suficiente para ser vulnerable ante la consistencia de otras grandes corredoras. Con todo, no olvidemos que la igualdad domina entre las chicas y, como sucedió en los Juegos de Londres, incluso el último centímetro puede decidir la gloria olímpica.

Las chicas españolas

No están entre las favoritas, pero esa será una de sus mayores bazas. Tienen cualidades muy distintas, pero todas son capaces de lograr una hazaña insospechada en el día más importante.

▶ Ainhora Murua - EXPERIENCIA

7ª en Londres 2012, la de Zarautz afronta sus cuartos Juegos con una experiencia que solo igualará Spirig en la línea de salida. Su forma va de menos a más y el circuito se adapta a una triatleta aguerrida como Murua, que puede dar lo mejor de sí en una carrera larga, dura y en la que la experiencia pueda marcar la diferencia.

▶ Carolina Routier -  MADUREZ

Ya lo dijo su entrenador Filliol a esta revista, la calidad que atesora Carolina saldrá a relucir tarde o temprano gracias a su tenacidad. Estará en carrera gracias a su poderío acuático. Probablemente la veamos salir del agua en primer lugar y eso puede ser un acicate importante para lograr colarse en un corte que puede que sea definitivo.

▶ Miriam Casillas – VALENTÍA

Sin presión y con ganas de disfrutar, así es como llegará Miriam, después de lograr una clasificación muy merecida tras un periplo agotador alrededor del mundo. Tendrá que trabajar duro en bici para llegar lo más adelante posible. En la Copa del Mundo de Huatulco este año demostró que el circuito y la meteorología prevista en Río le favorecen. Tendrá que estar atenta a gente como Spirig o Gentle para aumentar sus opciones de llegar adelante.

Meteorología y logística

Algunos triatletas como la belga Claire Michel ya están probando el circuito por medio de simuladores… porque no será muy fácil inspeccionarlo los días previos en una ciudad con un tráfico difícil. El año pasado tuvieron que hacerlo de madrugada y cabe la duda de que alterar el sueño los días antes sea la mejor elección. Por otra parte, la villa olímpica queda lejos del paseo de Copacabana, especialmente teniendo en cuenta el tráfico de la ciudad carioca. Por ejemplo, los dos triatletas que representarán a Brasil ya han dicho que no se alojarán en la villa olímpica sino en un hotel en el mismo paseo de Copacabana.

No es descartable que llueva, aunque las probabilidades son bajas. De ser así, con ese circuito de ciclismo, podría ser una auténtica lotería. Lo más probable es que haga calor, alrededor de 30º, y humedad. Se corre a las 11:00, justo cuando el sol se estira lo suficiente para tocar su techo. Aunque no se dibujarán unas condiciones extremas, sí que pondrán la guinda al pastel de un circuito muy exigente y de puro triatlón.

La polémica sobre la calidad del agua

Se ha hablado mucho sobre si la calidad del agua en la playa de Copacabana es lo suficientemente saludable como para garantizar la salud de los participantes. Todo apunta a que este debate se quedará finalmente en nada, lo mismo que el que rodea al virus zika y sus posibles consecuencias.

Recuerda a la controversia por la supuesta presencia de tiburones en la bahía de Sydney. No obstante, implicará que los triatletas tengan que venir con los deberes hechos de casa con respecto al manejo de las aguas abiertas, pues no parece muy aconsejable probar las olas de Copacabana y arriesgarse a coger un virus los días previos a la carrera que arruine el trabajo de cuatro años o de toda una vida. Este es otro factor que tendrán que dominar los triatletas en relación a su confianza. Una vez con el pie en Río, no hay margen para dudas ni para probaturas.

Los otros españoles

Aunque no serán los protagonistas, también estarán en cita como árbitros: Enrique Quesada, Esther Sánchez Arribas y Jorge Martínez.