Había consumido drogas y tenía una elevada tasa de alcohol en sangre cuando atropelló a un grupo de ciclistas. Ocurrió en la carretera N-332, entre Oliva y Dénia, el 7 de mayo del año pasado.
Ahora, la joven, que acabó con la vida de tres personas y dejó heridas de gravedad a otras dos, ha salido de prisión tras pagar una fianza de 7.000 euros. La decisión la ha tomado la Audiencia Provincial de Valencia después de que su abogado pidiese en varias ocasiones su libertad. Esta vez, a pesar de que el caso sigue en fase de instrucción, el tribunal ha decretado su libertad teniendo en cuenta que el juicio tardará en celebrarse. En principio, será en otoño.
Al juez le faltan aún los informes forenses de los dos heridos en el accidente. Uno de ellos es Andrés Contreras, hijo del fallecido Luis Alberto. Circulaba con sus compañeros ese día por la N-332, fue uno de los supervivientes, pero le quedaron muchas secuelas.
"Me queda una operación en la rótula izquierda, tengo el 75% de la tibia partida y muscularmente, dolores", afirma. Un año después del atropello, no está recuperado del todo: "Aún no he podido circular libremente por la carretera con la bicicleta".
El letrado ha alegado que no existe riesgo de fuga y que su defendida se compromete a acudir cada semana a firmar al juzgado de Gandía. También sostiene que la puesta en libertad de la joven no causaría alarma social.
Para Andrés hay cicatrices que, dice, son imposibles de curar. La joven que le dejó herido y que acabó con la vida de sus compañeros podría ser acusada de homicidio imprudente, de un delito contra la seguridad vial, conducción temeraria y alcoholemia.