"Aún no quiero hablar de lo que ha pasado. Lo siento si me has visto enfurecida. ¡Fue muy estresante y, sinceramente, aterrador andar entre todos los coches por la carretera y tratar de encontrar una manera de volver a la carrera! ¡Esta prueba estaba condenada desde el principio para mí!”...
Son las primeras palabras de Holly Lawrence tras acabar en la cuarta plaza el IRONMAN 70.3 de Bahrain este viernes. Su enfado –por decirlo de manera sutil– está más que justificado dadas las circunstancias, que fueron las que pasamos a relatar...
La triatleta británica, de 32 años, llegaba a Bahrain como clara candidata al que hubiera supuesto su cuarto triunfo consecutivo en esta prueba, tras los conseguidos en 2017, 2018 y 2019 (en 2020 y 2021 el evento fue cancelado por la pandemia de Covid-19).
Y Lawrence iba camino de lograr su particular póquer de victorias... hasta que la moto de la organización que abría la carrera cometió un error garrafal; fatal para las aspiraciones de la que fue campeona del mundo IRONMAN 70.3 en 2016...
Lawrence salió la primera del agua, junto a la australiana Natalie Van Coeverden, con casi dos minutos de ventaja con respecto a sus perseguidoras. En el kilómetro 60 del segmento de ciclismo, la británica ya rodaba en solitario, con Van Coeverden a más de cuatro minutos.
Sin embargo, llegados a ese punto, el piloto de susodicha motocicleta de cabeza se despistó y guió a Lawrence hacia una carretera que no formaba parte del recorrido. No sólo dio al traste con las opciones de victoria de la triatleta, sino que, además, la puso en serio peligro porque se trataba de una vía con mucho tráfico.
"La moto la llevó por el camino equivocado", explicaba su propio equipo, el Bahrain Victorious, en las redes sociales.
"¡Fue muy estresante y, sinceramente, aterrador andar entre todos los coches en la carretera y tratar de encontrar una manera de volver a la pista!", añadía la perjudicada, como contábamos al principio.
Afortunadamente, Lawrence salió ilesa –en lo personal– del enredo, pero la 'broma' –en lo deportvo– le costó hacer 6 kilómetros de bici de más y, por tanto, pasar de contar con una ventaja de más de cuatro minutos a perder casi dos en la segunda transición con respecto a las tres rivales que aprovecharon la pifia del motorista, incluida la francesa Marjolaine Pierré, a la postre ganadora de la prueba.
A pesar de todo, Lawrence no se rindió y terminó cuarta, a 4:40 de la campeona...
Así las cosas, quedamos a la espera de lo que pueda decir la triatleta británica una vez se le haya pasado –si es que se le llega a pasar– el monumental cabreo que debe tener.