El pasado 18 de agosto llegó a las 40 primaveras. Un mero número para Jan Frodeno, uno de los mejores triatletas de la historia... y del presente... Porque el triatleta alemán continúa rindiendo a un nivel inalcanzable para el resto, como demostró recientemente en la Collins Cup de Samorin (Eslovaquia), donde fue el mejor una vez más, superando a triatletas de todas las generaciones.
“La clave para estar ahí a los cuarenta es la motivación, saber por qué lo haces. Lo más importante para mí es mantener la mente fresca. Los últimos años también me han enseñado a centrarme en el proceso en lugar de en los resultados o la meta. Creo que, en general, es un enfoque saludable. Y confinamiento por la pandemia me ha obligado aún más en esa dirección", explica en una entrevista en 220triathlon el tricampeón del mundo IRONMAN (2015, 2016 y 2019).
"Estoy haciendo las mismas sesiones clave que hace tres años. Hace dos semanas, hice el mismo entrenamiento de carrera a pie con los mismos tiempos que antes del Mundial IRONMAN 70.3 de Sudáfrica 2018 [allí corrió el medio maratón en 1h06], aunque es cierto que ahora tengo zapatillas de carbono", aclara el único triatleta que tiene en su poder el oro olímpico y el Mundial IRONMAN.
“Mi vida, en general, se ha vuelto más ajetreada. Y es ahí donde debo tener cuidado. Tener hijos, un hotel y restaurante, una fundación y otras cosas te mantiene mucho más ocupado que antes", explica 'Frodo', que también posee en su palmarés dos títulos del Mundial IRONMAN 70.3 y que en breve revelará dónde volverá a ponerse un dorsal.
"Quiero hacer algo y ver dónde y cómo estoy a mis 40", concluye Frodeno, que, aplazado el IRONMAN de Hawaii a febrero, podría estar planteándose la opción de competir en el de California el próximo 24 de octubre.