Lo decía recientemente José Hidalgo, presidente de la Federación Española de Triatlón (FETRI): "Acabamos de terminar unos Juegos Olímpicos muy complicados, Mario Mola y Fernando Alarza van a necesitar un descanso".
En Tokio, Mario acabó 10º y Fernando, 12º. Por su parte, Javier Gómez Noya se despidió de la distancia olímpica con un 25º puesto.
"Estoy contento porque me siento un privilegiado por estar aquí, pero no engaño a nadie si digo que venía a por más. Creo que unos Juegos Olímpicos se merecen venir con la mayor ambición posible. Sin embargo, cuando uno da todo lo que tiene y se deja hasta el último aliento, debe estar satisfecho con su trabajo, y yo lo estoy. En el equipo sabemos que se esperaba un mejor resultado, pero os aseguro que Mario, Javi y yo nos hemos dejado todo para intentar representar al país de la mejor forma posible con lo que teníamos", comentaba tras la prueba Fernando, quien, depués del merecido "descanso" del que hablaba Hidalgo, ya lleva semanas entrenando hasta 6 horas al día para preparar una temporada que planteará de manera algo distinta a las anteriores.
"Cambiará un poco. Haré alguna Serie Mundial de forma muy esporádica pero, sobre todo, carreras un poco más largas. Aún queda tiempo para el ciclo olímpico, así que haremos otro tipo de carreras para salir un poco de lo que llevamos haciendo los últimos años. Serán pruebas centradas en distancias un poco más largas, sin descuidar las de distancia olímpica", asegura en una entrevista en encastillalamancha.es el triatleta talaverano, que no "descuida" tampoco la planificación de su futuro, cuando llegue el momento de dejar el triatlón profesional.
"No es un deporte en el que te vayas a hacer millonario, ni mucho menos, pero, si estás entre los diez mejores del mundo, te puede permitir tener cubiertos los gastos fijos.
En España, del deporte viven muy pocos. Es un país que, cuando dejas de ser interesante para los comités olímpicos, te dejan un poco abandonado, como hace poco decía Craviotto, eres un poco un juguete roto, te tienes que buscar tu futuro fuera del ámbito de los Juegos Olímpicos, porque, si no, es difícil subsistir.
La esencial es la beca ADO. Si no la tuviéramos, te aseguro que habría aún menos deportistas olímpicos en los Juegos y menos medallas. Es la única beca que nos puede mantener, que nos permite pagar nuestra casa y nuestra comida. Sin ella no podríamos subsistir como deportistas profesionales.
También recibo ayudas de la Junta, Diputación y Ayuntamiento, más destinadas a los gastos deportivos (para viajes, entrenadores, fisios, etc.).
En mi caso, estoy intentando las oposiciones a Policía Nacional, algo que me planteé desde los 20 años, pero por circunstancias de los Juegos Olímpicos, al final tienes que estar centrado cien por cien en ello. Empecé después de los Juegos. El proceso es largo, de mucho tiempo. Hay que prepararlas bien, combinándolo con el ritmo diario de entrenamientos, pero es un aliciente para seguir motivado, estableciendo un objetivo distinto al deportivo, lo cual también es motivante", detalla Fernando, que el próximo 23 de marzo cumple 31 años.
"El triatlón sí que tiene la posibilidad de dedicarte a él como entrenador. En España, el entrenador de triatlón, después de deportes como fútbol o baloncesto, vive bien, está muy bien pagado. Es una salida, pero a mí es algo que no me llama demasiado la atención, no me motiva mucho seguir vinculado al deporte en ese sentido.
Siempre he estado en el otro lado, que es lo que me apasiona. Igual que para ser deportista tienes que tener algo especial, también hace falta para ser un buen entrenador. Te tiene que llamar la atención. Pero tengo muchos conocimientos. He estudiado mucho sobre entrenamiento, porque cuando entreno, me gusta saber lo que estoy haciendo y el motivo, pero también para ser entrenador tienes que nacer o debe llamarte la atención, porque te tiene que apasionar para poder llegar a ser un buen técnico", afirma Alarza.