Kristian Blummenfelt no ha sido el único campeón olímpico de triatlón que se ha visto tentado por el ciclismo del más alto nivel.
Los hermanos Brownlee, Alistair (doble oro en Londres 2012 y Río 2016) y Jonathan (bronce en Londres y plata en Río), también tuvieron la opción de formar parte del Team Sky, uno de los mejores equipos del mundo, en su momento, de lo que hoy se conoce como UCI WorldTour.
Así lo desvela el pequeño, Jonny, en el podcast Junkyard Dogs del también triatleta PRO británico Joe Skipper (puedes verlo íntegramente más abajo).
2012, el momento clave
El fichaje que pudo ser y no fue empezó a fraguarse después del verano de 2012. Los Brownlee venían de confirmar su dominio mundial en el triatlón con las medallas de oro y bronce en los Juegos Olímpicos que les coronó en casa, en Londres. Nuestro Javier Gómez Noya, por cierto, se llevó aquella plata. Ese mismo año, Jonny fue también campeón del mundo. La temporada anterior lo había sido Alistair, con Jonny como subcampeón. En definitiva, sólo Noya les hacía sombra.
Por su parte, el Team Sky conquistaba su primer Tour de Francia con Bradley Wiggins.
Sin embargo, tuvieron que pasar unos meses más para que los dos hermanos aceptaran la invitación para participar en la concentración invernal en Mallorca del Team Sky.
"Tenéis un motor increíble"
"¿Realmente se os pasó por la cabeza ser ciclistas profesionales?", le pregunta Skipper a Jonny Brownlee.
"Sí, lo pensamos. Nos contactaron después de Londres 2012 y nos dijeron: Chicos, parece que tenéis un motor increíble. ¿Os apetece? Pero al año siguiente estábamos demasiado ocupados, recorriendo el mundo y compitiendo. Así que se aplazó a diciembre de 2013.
Fuimos a Mallorca a su concentración. Rod Ellingworth [director de rendimiento del Team Sky en aquel entonces] fue quien nos contactó: ¿Todavía te apetece venir? Le dije que sí, sin duda. Así que fuimos a Mallorca y entrenamos con ellos.
Llegué a la concentración con mi maleta de bici y pensaba empezar a montarla ya, pero el mecánico me dijo: ¿Qué haces? Lo hacían todo por ti. Preparaba mis bidones por la mañana y alguien me decía: ¿Qué haces? Ve a buscar un bidón a la mesa, ya está todo listo. Recuerdo que todo lo hacían por ti, era facilísimo.
Con el entrenamiento era igual. Normalmente entrábamos en Strava, buscabas los recorridos y decidías donde ibas, pero todo lo hacían por ti. Simplemente seguías a un coche y te decían qué hacer. ¡Te sentías como un robot! Nos trataron muy bien y lo disfruté muchísimo”, relata Jonny.
"Se quedaron bastante impresionados"
Alistair y Jonny no defraudaron. En la subida a Sa Calobra, habitual campo de pruebas del Team Sky en Mallorca, los dos hermanos dieron la talla como el que más, sobre todo Jonathan.
“Ese día dejé atrás a Alistair. No estaba muy en forma, pero lo dejé atrás y adelanté a muchos otros, y creo que se quedaron bastante impresionados.
En ese momento nos dijeron: Si de verdad estáis interesados, volvéis y hacemos buenas pruebas para ver qué nivel podéis alcanzar. Porque, para ser bueno, básicamente hay que ir a tope al principio, ser capaz de hacer cuatro o cinco horas a un ritmo muy alto y volver a ir al máximo al final, y ver si se puede mantener.
Pero en ese momento estábamos muy comprometidos con el triatlón y queríamos seguir hasta 2016. De modo que nunca exploramos realmente la posibilidad de ser ciclistas profesionales y se fue apagando poco a poco”, aclara Jonny.