"Por primera vez en 21 años me sentí como una mierda. Pedaleaba en la bicicleta y corría con 10 pianos en la espalda. Hoy solo logré llegar al kilómetro 4 de la carrera a pie"... Son las palabras de Cameron Brown después de retirarse del Ironman de Nueva Zelanda el pasado mes de marzo. Hasta ese momento, llevaba 20 podios consecutivos en esta prueba: 12 victorias, 5 platas y 3 bronces. Además, un año antes, en 2018, había corrido el maratón en 2h41', para terminar en meta en la tercera plaza y con su mejor registro personal de siempre en esta competición (8h07'10").
Sin embargo, como ya avisó después de su inesperado DNF en la edición de 2019 del Ironman de Nueva Zelanda, 'Cam' Brown no se rinde. Este jueves 20 de junio, justo el día que cumple 47 años, se ha propuesto un nuevo desafío. Quiere acabar el Ironman Western Australia, que se disputa en Busselton el próximo uno de diciembre, por debajo de las 8 horas. "Cuando te levantas en tu 47 cumpleaños y piensas: objetivo sub8. Es un gran reto, ¡pero solo se vive una vez! Mi motivación está por las nubes", ha comentado en las redes sociales un triatleta que ha sido capaz de conquistar dos platas y dos bronces en el Mundial Ironman de Kona y que también ha ganado el Campeonato de Europa Ironman de Frankfurt, entre otros muchos éxitos.
Si lo dice el incombustible Brown, habrá que tomarle en serio. Es cierto que en su última participación en el Ironman de Nueva Zelanda no tuvo su día. Pero se había preparado a conciencia, con entrenamientos dignos de mención: 242 kilómetros en bici, con 3.000 metros de desnivel positivo y a una velocidad media de casi 30 km/h; o 133 kilómetros a pie en una semana... Ahora le toca seguir trabajando muy duro para hacer historia y, con los 47 ya cumplidos, romper la barrera de las 8 horas en Ironman.