En 2001, la estadounidense Siri Lindley hizo doblete en Edmonton (Canadá). Ganó el Campeonato del Mundo de Triatlón y también el de Acuatlón. Un año antes se había proclamado subcampeona del mundo de Duatlón en Calais (Francia).
Una vez retirada del profesionalismo, ejerció como entrenadora de triatlón. Actualmente, camino de los 51 años, se dedica, entre otras cosas, a salvar la vida de caballos que van a ser sacrificados. Lo hace a través de su propia fundación: Believe Ranch and Rescue.
Sin embargo, el pasado mes de noviembre, le diagnosticaron una leucemia mieloide aguda. "Busqué las estadísticas y hay un 24% de posibilidades de supervivencia. Tuve que sentarme porque, al principio, te golpea en la cara y te aterroriza. Me sentí paralizada. Sé que ésta será la batalla más dura de mi vida, pero amo la vida y amo a las personas que hay en mi vida, y voy a hacer de ésta la mejor batalla de mi vida y espero que sea el mayor triunfo de mi vida", explicaba entonces, cuando lo hizo público.
Hace poco más de un mes se sometió a un trasplante de médula ósea. Y este mismo domingo ya la veíamos haciendo un poco de rodillo en su casa de Longmont, en Colorado. Estaba previsto que estuviera ingresada otros dos meses, pero los médicos decidieron mandarla a casa porque en este momento es una paciente de mucho riesgo ante la expansión del coronavirus.
"¿Necesitas inspiración para entrenar en casa? ¡Aquí está mi increíble esposa al segundo día de estar en casa, 38 días después de un trasplante de médula ósea completa! ¡Diagnosticada con eucemia mieloide aguda en noviembre y ahora en remisión completa después de un trasplante de médula ósea hace 38 días! ¡Siri ha vuelto a hacer lo que le gusta hacer: deporte.
Si no te apetece entrenar, ¡tienes que ver esto! Mi bella esposa Siri, gracias. Eres una luz increíble en este mundo y un ejemplo puro y perfecto de que todo es posible", comentaba en las redes sociales su esposa, Rebekah Keat...