En 2016, el nombre de Adrien Costa empezó a sonar con fuerza en el ciclismo. Este joven ciclista estadounidense, de padres franceses, ganó la cuarta etapa del Tour del Porvenir (una contrarreloj individual de 16,5 kilómetros), la general y otra etapa del Tour de Bretaña y acabó segundo en el Tour de Utah. En 2015 ya había sido subcampeón del mundo junior de contrarreloj.
Ahora, cuando le faltan pocos días para cumplir 21 años, le han tenido que amputar la pierna derecha por encima de la rodilla, después de sufrir un grave accidente el pasado 29 de julio mientras estaba practicando escalada. Una piedra de gran tamaño se desprendió y le cayó encima. Lo evacuaron en helicóptero en estado crítico a un hospital de Reno (Nevada, EE.UU.). Gracias a la rápida intervención, primero de unos excursionistas que dieron la alarma y después del equipo médico que le está atendiendo, Adrien ha conseguido salvar la vida.
Aunque era evidente que tenía un futuro más que esperanzador en el ciclismo profeisional, en 2017 decidió hacer un paréntesis en su carrera, después de pasar por el Quick Step y el Axeon Hagens Berman, tiempo que aprovechó para retomar los estudios y hacer otras cosas.
A principios de este año reconoció no estar aún preparado para volver. “No estoy listo para regresar todavía. Cuanto más lo pensaba, más me daba cuenta de que no quería mantener un lugar en el equipo, porque era quitarle la oportunidad a alguien. Desde que dejé de competir he aprendido mucho sobre mí y me di cuenta de lo que me desequilibraba el ciclismo", explicó entonces.
Sus compañeros en el equipo Axeon están recogiendo fondos para ayudarle en la recuperación. La cantidad recaudada ya alcanza los 50.000 dólares.