Alistair Brownlee no estará en el Campeonato del Mundo IRONMAN que en este 2023 en categoría masculina se disputa en Niza (Francia) el próximo domingo 10 de septiembre. El culpable, un espolón óseo en el tobillo derecho del que fue intervenido hace unas semanas y que le ha impedido competir desde principios de mayo, cuando en el Open de Ibiza de la PTO, el único triatlón que ha podido hacer esta campaña, el doble campeón olímpico (Londres 2012 y Río 2016) acabó 6º (recordemos que otra lesión de cadera también le apartó a principios de temporada del IRONMAN de Sudáfrica).
"Hora de descansar y recuperarse. Espero con optimismo que la recuperación sea rápida y pueda competir antes de fin de año", decía en una de sus últimas publicaciones en redes el mayor de los Brownlee, de 35 años, que, efectivamente, este fin de semana se ha vuelto a poner un dorsal, aunque no en triatlón, sino en gravel, una especialidad muy del agrado del británico.
Ha sido en la Raiders Gravel, una prueba de tres etapas que ha tenido lugar en Gatehouse of Fleet, en el suroeste de Escocia, y que Alistair ha saldado con victoria, imponiéndose con autoridad en las tres jornadas.
“¡Encantado de llevarme la victoria en la carrera por etapas Raiders Gravel! Me sentí muy bien de volver a competir. Algunas batallas geniales con @mikeymottram durante los últimos días en un recorrido increíble gracias a @raidersgravel. ¡Recomendaría la carrera a cualquiera!”, comentaba Brownlee en las redes sociales después de su triunfo.
