Fernando Alarza dice adiós: "Con lágrimas en los ojos de mirar atrás"

Se marcha definitivamente uno de los grandes del triatlón español.

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Fernando Alarza dice adiós.

Se marcha uno de los mejores de la historia del triatlón español: Fernando Alarza. Este martes, el triatleta de Talavera de la Reina se ha despedido a través de las redes sociales con unas emotivas palabras y un vídeo con algunos de los mejores momentos de su carrera. 

Lo deja a los 32 años, con dos participaciones olímpicas (12º en Tokio 2021 y 18º en Río 2016) y con muchas victorias en su palmarés: fue campeón del mundo junior en 2010, dos veces subcampeón mundial en categoría sub23 (2012 y 2013), en el Campeonato de Europa élite subió dos veces al podio (plata en 2018 y bronce en 2016) y ganó una prueba de las Series Mundiales en Ciudad del Cabo en 2016, año que acabó tercero en el Mundial de la ITU.​

Junto a Javier Gómez Noya y Mario Mola, los denominados 'tres tenores', protagonizó la que hasta ahora ha sido la época más brillante del triatlón español. 

"No es un deporte en el que te vayas a hacer millonario, ni mucho menos... En mi caso, estoy intentando las oposiciones a Policía Nacional, algo que me planteé desde los 20 años... El triatlón sí que tiene la posibilidad de dedicarte a él como entrenador. En España, el entrenador de triatlón, después de deportes como fútbol o baloncesto, vive bien, está muy bien pagado. Es una salida, pero a mí es algo que no me llama demasiado la atención", comentaba hace unos meses en una de sus últimas entrevistas Fernando, uno de los grandes de nuestro deporte que ahora dice adiós:

​¡HASTA SIEMPRE!

Llega el momento de decir adiós a mi carrera profesional. Sé que a muchos no les sorprende ya que mi última carrera fueron los JJOO.

Desde esa última carrera me dediqué de lleno a mi futuro profesional, a buscar aquello que resonaba en mi cabeza desde pequeño y que el deporte hizo que se retrasara.

La vida son etapas y no puedo estar más agradecido por la que he vivido y que hoy termina.

Viajes, países, vueltas al mundo, carreras, éxitos, fracasos, pero sobre todo grandes personas que estarán en mi vida para siempre.

Gracias a todos los que han formado parte de esto, en especial a mi familia y, sobre todo, Marta, mi mujer.

Llega la despedida, con lágrimas en los ojos de mirar atrás y ser consciente de aquello que ya pasó y no volverá, pero también con lágrimas en los ojos por mirar al futuro y pensar que lo conseguimos.

Nos seguiremos viendo, aunque a partir de ahora fuera de esa alfombra azul y detrás de las vallas.

Comienza mi nueva vida en la que representaré con orgullo a mi país como hasta ahora, pero con otro uniforme.

¡Gracias y hasta siempre!