Hace dos décadas Cannondale presentó su primera Synapse, su primera bici de carretera endurance o gran fondo, destinada a uso recreacional apartado de la alta competición donde por entonces reinaba y triunfaba. Seis generaciones después y tras tres años de desarrollo, evoluciona en un modelo muy tecnológico con muchísima electronica interconectada, para ofrecer mayor comodidad, control y seguridad. Se trata de una bicicleta desarrollada para rodar con rapidez y comodidad, posibilitando cubrir largas distancias, tal como ha demostrado Lachlan Morton rodeando Australia en tiempo récord.
Cannondale ha esculpido las formas del cuadro apoyándose en datos aerodinámicos (como la tija y tubo vertical en D o la pipa dirección Delta en forma de V), y anuncia su mejor registro en cuanto a relación rigidez/peso. Además del diseño, Cannondale ha recurrido a un nuevo laminado de carbono para conseguir que sea un 20% más de absorbente que su sustituta, según datos de la marca estadounidense.
En términos de aerodinámicos la flamante Synapse Carbon se iguala con la SuperSix Evo de tercera generación, y para que todo ciclista disfrute del mismo comportamiento, Cannondale ha recurrido a su Proportional Response Construction, que conlleva la adaptación estructural del cuadro a sus siete tallas disponibles, modificándose desde la disposición del carbono hasta la geometría.
La gran sección rectangular del tubo diagonal deja espacio para el inédito StashPort, un receptáculo para mucho más que guardar recambios, pues en su base se aloja la batería que alimenta toda la electrónica de la nueva Cannondale Synapse.
La seguridad ha sido uno de los pilares del desarrollo de esta Synapse, de ahí que cuente con la segunda generación de su sistema SmartSense, que vincula a través de Bluetooth el sensor de rueda, la iluminación delantera y trasera, y el radar de aproximación, de manera más minimalista, integrada y potente que antes, y configurable desde la propia App de Cannondale. La luz frontal se proyecta bajo el soporte del ciclocomputador, es más pequeña y sin embargo ilumina más (hasta 800 lúmenes), y la luz-radar posterior Garmin se ubica debajo del sillín.
Todos estos dispositivos y las transmisiones electrónicas SRAM AXS (no así Shimano), se alimentan de una misma batería alojada en el interior del tubo diagonal, junto al pedalier, lugar idóneo para que el centro de gravedad sea apropiado. Ésta ahora ofrece el doble de autonomía, hasta 24 horas de actividad. Si se descarga hasta el 10% de su capacidad las luces se atenúan y con un 5% restante se apagan. Este 5% equivale a una batería estándar SRAM AXS, por lo que ofrece margen de sobra para completar la actividad.
La Synapse 2025 se comercializará con dos categorías de cuadro; el preciado Hi-MOD regresa a la gama, sirviendo sus 1.000 gramos de compuesto de carbono (y horquilla de 445 g), como base para equipar al modelo estrella LAB71 (15.799 €) y Carbon 1 (9.199 €). El resto de la gama Synapse contará con un cuadro ligeramente inferior, de 1.150 gramos (y horquilla de 494 g). Cannondale amplia su oferta de Synapse Carbon con siete modelos equipados tanto con Shimano como SRAM, y un primer precio que recurre a transmisión mecánica en vez de electrónica (3.499 €). Además ofrece el cuadro LAB71 por independiente (5.499 €).
Todas las Synpase Carbon incorporan puntera trasera derecha UDH (Universal Derailleur Hanger), y aceptan neumáticos traseros de hasta 42 mm de sección y 48 mm delantero, dejando 4 mm de espacio en ambos casos, estnado optimizadas para rodar con neumáticos de 32 a 34 mm. Desaparecen tecnologías propias de Cannondale, como el pedalier BB30 (sustituido por un pedalier roscado BSA), y las asimetrías de pedalier y rueda trasera y comparten similitudes visuales, prestaciones y piezas con las demás Cannondale con manillares de carretera, simplificando la sustitución de componentes y recambios.