Este prototipo, denominado Draisine 200.0, está hecho completamente de madera, como el original. Contiene un motor eléctrico de 200 vatios, una batería de 750 gramos, sensores y un mini-ordenador que controla el propio motor con la ayuda de un sensor de velocidad. En cuanto el ciclista que la usa empuja desde el suelo con los pies, el motor arranca y proporciona energía adicional durante todo el recorrido. Es una réplica de la primera bicicleta que inventó y fabricó el conde alemán Karl von Drais hace 200 años.
Ante la falta de caballos (en el verano de 1816 se vivió una grave alteración climática que en Europa provocó nieves estivales que arruinaron cosechas, mataron animales y acabó siendo el origen de una de las peores hambrunas del siglo XIX), se le ocurrió una idea: dos ruedas podrían sustituir a cuatro patas. Así creo el primer prototipo de bicicleta denominada draisiana, velocípedo, Caballo del Dandy o Laufmaschine (máquina de andar).
El 12 de junio se cumplen 200 años de este hito en la historia del ciclismo… Y Holger Hermanns, profesor de informática en la Universidad de Saarland (Alemania), ha decidido replicar el Caballo del Dandy. En 2016 fue galardonado por el Consejo Europeo de Investigación con una subvención de 2,4 millones de euros, que está utilizando ahora para desarrollar su proyecto.
En 2011 ya presentó un freno de bicicleta inalámbrico, basado en la tecnología que usan los sistemas de control de aeronaves o plantas químicas.