Durante el invierno también se puede disfrutar del medio acuático al aire libre. Cada vez hay más pruebas para valientes a los que las aguas frías no les asustan. Y como no, los triatletas seguimos demostrando en estas travesías invernales que somos los más lanzados y participativos del escenario deportivo.
DA IGUAL EL DEPORTE
Si corres aunque nieve y coges tu bici por mucho frío que haga... ¿por qué durante el invierno no te atreves a nadar en aguas abiertas? Con nuestros consejos, seguro que te resulta mucho más fácil y agradable.
Tendrás que resistir bajas temperaturas (el agua normalmente no supera los 13-14 grados) y muchas veces sin traje de neopreno, porque no siempre está permitido en este tipo de pruebas. Aunque, quizá para compensar las gélidas temperaturas, las travesías invernales suelen discurrir en un ambiente cálido, entre los ánimos de los helados espectadores y no suelen tener grandes distancias (las hay hasta de menos de 300 metros).
Y si te gustaría competir pero no quieres pasar frío, también puedes apuntarte a alguna de las competiciones "indoor" que se organizan en piscinas y clubes de natación. Consisten en hacer relevos mixtos, o juntando chavales de distintas categorías… O simplemente se reúne un grupo grande para hacer un entrenamiento largo e intenso todos juntos.
Aquí tienes algunas ideas para esas reuniones de nadadores triatléticos. En el fondo da igual el formato. Lo importante es divertirse mientras entrenas en el agua:
- Nadar 2x600/30´´ crol pero cada 200m correr 25 metros en el agua, con apoyo en el suelo de la piscina.
- Hacer 400m estilos 10 dominadas en el bordillo de la piscina 400 crol otras 10 dominadas 400 estilos.
- 1.000 metros jugando a “lo que hace la madre, hacen los hijos”. Seguro que todos habéis jugado de pequeños a esto. Se trata de imitar todo lo que hace un compañero. Pues hagámoslo en la piscina y con el objetivo de nadar, trabajar la fuerza y divertirnos, sobre todo si sois un grupito de unos 7 ó 8 triatletas en 2 ó 3 calles. Un triatleta es el que manda, cambiando de “madre” cada 200 metros. Los demás le imitan nadando detrás de él. Vale todo. Cambiar de estilos, de ritmos, salir del agua, cambiar de calles, correr en el agua… La imaginación es la quemanda.
Recordad que debe haber ejercicios de todo tipo y que se desarrollen la fuerza muscular del mayor número posible de músculos, pero haciendo hincapié en el trabajo de hombros y espalda, vital para nadar.
También es muy común, en estos últimos años, que clubes de natación junto con clubs de triatlón, se presenten en el calendario con pruebas tan distintitas como festivas, pero siempre con un alto componente de reto. Como no podía ser de otra forma, habiendo triatletas de por medio.
En el fondo da igual el formato. Lo importante es divertirse haciendo nuestro deporte.
Unos consejos
Si has decido dar el paso y apuntarte a nadar en el mar a baja temperatura:
1. Recubre tu piel con grasa o aceites calentadores.
2. Usa dos gorros de silicona y tapones en los oídos.
3. Deja cerca de la toalla un caldo calentito o un buen chocolate caliente.
Si has decidido competir en pruebas o entrenos “especiales” en piscina ten presente la duración de la prueba, así como el calor y la humedad habituales en estos casos:
1. Lleva agua y sales para hidratarte.
2. Si es en formato relevos, piensas que entrarás y saldrás continuamente del agua. Llévate varias toallas y camisetas para estar seco hasta que te toque tu turno.
3. Come: barritas, geles, fruta, frutos secos…
4. Piensa que se pasará mucho calor. Llévate una neverita tipo “camping” con hielo. Así bajarás la temperatura corporal.
5. Las duchas de agua fría también despejan cuando se llevan ya unas horas en competición.
6. Si hay al lado una piscina para soltar después de cada serie, hazlo. Tu cuerpo te lo agradecerá.
