Michele Caverzasio no escarmienta...
El triatleta suizo, que competía en la franja 50-54, cuyo resultado más destacado es un puesto 10º en el IRONMAN de Niza de 2021, fue sancionado en 2022 con tres años de suspensión por posesión de sustancias dopantes.
En octubre de aquel año, le fue incautado un paquete postal que contenía cuatro ampollas de Pharmatropin, una hormona de crecimiento humano (HGH) de alta calidad, producida por Pharmacom Labs, una marca reconocida en la industria del culturismo.
Y en noviembre de 2023, mientras cumplía susodicha sanción, vuelta a las andadas: los controles aduaneros detectaban otro envío a su nombre de tres dosis de la misma sustancia.
Como el interesado no se pronunció sobre los hechos denunciados, se abrió un expediente disciplinario. Ante el Tribunal Deportivo Suizo, el deportista afirmó que se trataba de una entrega parcial del pedido inicial. Sin embargo, la investigación de Swiss Sports Integrity (SSI) demostró que no podía tratarse de la misma orden y que, por tanto, había violado las normas antidopaje en varias ocasiones durante su suspensión.
Fuera del deporte hasta 2034
Así, ha recibido otra de ocho años. De modo que en la próxima década no podrá participar en ninguna competición de ningún deporte y, además, deberá pagar una multa de 590 €, más las costas judiciales de 793 €. Es decir, hasta el 15 de junio de 2034 tiene expresamente prohibido ponerse un dorsal.