Adriana Barraza ha sido descalificada, con la consiguiente pérdida de los puntos obtenidos, de todas las pruebas en las que participó entre el 24 de marzo y el 24 de septiembre de 2017 porque no solicitó la Autorización de Uso Terapéutico (AUT) de una sustancia prohibida en competición.
Barraza, con 25 años recién cumplidos, ha explicado todo el proceso en un comunicado que ha publicado en las redes sociales. A la triatleta mejicana le diagnosticaron asma en 2012. “Enfermedad que tengo perfectamente documentada y bajo tratamiento médico controlado desde entonces. Desafortunadamente el día 6 de marzo de 2017, después del Triatlón de Monterrey, adquirí una infección viral respiratoria que requirió ingresarme de emergencia en el hospital (…), donde fui tratada con un medicamento de los muchos conocidos y permitidos fuera de competición”, explica la triatleta, que antes de recibir la sanción estaba en el puesto 50 del Ranking Mundial. Ahora ha bajado hasta el 180.
Sin embargo, el 25 de marzo participó y ganó la Copa Panamericana de Triatlón en La Paz (México), sin haber solicitado el permiso de uso terapéutico para la metilprednisolona, medicamento que le administraron durante su convalecencia veinte días antes y que está prohibida en competición sin la pertinente AUT.
El 25 de noviembre le llegó la notificación del resultado analítico adverso en el control antidoping llevado a cabo ocho meses antes, después de su victoria en La Paz.
A pesar de que la triatleta colaboró desde el primer momento con la investigación y la Comisión Nacional Antidopaje concluye que en ningún momento hizo uso de la sustancia para mejorar su rendimiento, ha recibido con carácter retroactivo la sanción por “la ausencia de solicitud de la Autorización de Uso Terapéutico, en su modalidad de Emergencia y/o Retroactivo”.
“Desgraciadamente, la ignorancia del proceso nos ha costado una sanción de seis meses retroactiva al no solicitar la AUT correspondiente previo a competir incluso para una sustancia permitida fuera de competición (…). Estoy convencida de que así como me pasó, esto podría pasarle a cualquier persona, por lo que considero necesario que mi historia se escuche”, asegura la triatleta mejicana, que el pasado 8 de octubre, cuando la sanción ya había expirado, terminó 7ª en la Copa del Mundo de Sarasota (EE.UU).