Son semanas propicias para construir una gran temporada, pero estadísticamente son también fechas que pueden conducirnos a ese bache físico o mental, que no hemos sabido ver ante nuestras narices. Porque queremos evitar los riesgos -reales o imaginarios- que presenta esta época.
Mejorar nuestro autoconocimiento como triatletas y aumentar nuestro potencial de felicidad deportiva. Lee con atención todo lo que te mostramos a continuación.
Disfrutamos en primavera de temperaturas medias que se duplican con respecto al invierno y horas de sol que pueden triplicarse. Anochece mucho más tarde, en días alargados con ayuda del cambio horario. Una cuarta parte de los jóvenes padece algún tipo de alergia estacional. Para los estudiantes se acercan los exámenes finales, y para muchos flota en el aire la conocida astenia primaveral. Algo discutible en términos científicos, pero recurrente en estas semanas, con sus apatías, altibajos y acentuados vaivenes hormonales. Puede ser que el aire mañanero cargado de aromas nos invite a una ronda de vitalidad y euforias sobre la bici o en las series de pista. Pero luego una brisa de atardecer nos apaga, con mamporro soporífero, y la segunda sesión será irse pronto a la cama.
Es el medio primaveral: cambiante y estimulante, pero no exento de amenazas. Mientras que el sujeto de todo ello podemos ser cualquiera de nosotros, incluso quienes acumulan muchas temporadas en sus piernas. Nadie escapa a la tendencia natural que propician el sol, los días largos y las hormonas de 'machote' o de 'chica guerrera'. Si bien todos los años se reparten más papeletas entre los jóvenes y los novatos, sobrados en entusiasmo y faltos de experiencias previas.
Vamos con el motor sobrealimentado por el instinto competitivo, no en vano tenemos la inscripción pagada aquí o allá. Todo nos empuja a meter más carne en el asador de un entrenamiento que venía más o menos progresivo. Todo se acelera y nos faltan días para encajar tantas sesiones que creemos imprescindibles, buscando el primer punto de forma. ¡Estamos muuuy animados!. Ilusionados en que todo marchará mejor este año. Es verdad que solemos agobiarnos un poquito si sólo nos sentimos regular. A veces la ilusión se nubla con pequeños desánimos. Y cuando se suma otro problemilla, otro inconveniente, y más agobios… ¿Iremos de mal en peor?.
Clásicas de Primavera
Planteamos una divulgación básica, porque todavía son mayoría los deportistas populares guiados por su conocimiento e intuiciones, o con asesoramiento genérico. No se trata de suplantar al entrenador que adapta sus indicaciones a la condición personal y ambiental, sabiendo reconducir al triatleta en una crisis. Y por supuesto recomendamos acudir a un especialista acreditado, médico o psicólogo deportivo, según el caso serio de que se trate.
Estos comentarios quieren ser generalistas, y abarcan diversidad de edades y distancias. Si bien, cuanto más jóvenes e inexpertos en deportes de fondo, y más solitario sea el entrenamiento y competiciones, más cerca estaremos de entrar en el grupo de riesgo estacional. Los casos concretos serían tan variados como lo es la población practicante. Cada persona en el entorno único que conforma su familia, trabajo, ambientes, e historial. Cada sistema cuerpo-mente en interacción contínua de fortalezas físicas y debilidades psicológicas, y su viceversa.
NO OBSTANTE ALGUNAS SITUACIONES SE REPITEN CON MAYOR FRECUENCIA
Reventados sobre la bici
Origen y consecuencias: Formas de sobre-entrenamiento puntual, de orientación simpática o parasimpática. Por aumento brusco del kilometraje o series sin asimilar, por mantener además las fatigas en carrera, por incorporarse a grupetas y retos con nivel inadecuado, etc.
Prevención y vías de solución: Tendríamos que aprovechar el alto componente autoregenerativo de la actividad ciclista que se manifiesta cuando mantenemos buena proporción entre kms duros y kms muy fáciles, y cierto kilometraje mínimo también en invierno. Control de la carga interna. Progresión más prudente.
Lesionados por sobrecarga local, o roturas
Origen y consecuencias: Especialmente en carrera, por excesos al pasar del ritmo medio-bajo a las series duras, por las sesiones ultra largas, o bien por intentar cambios drásticos en el gesto técnico. Efectos lesivos de las transiciones y primeras carreras, con calzado rápido, poco hidratados, etc.
Prevención y vías de solución: Interesa mantener todo el invierno al menos 1ses/sem de alta exigencia muscular. Rutinas correctas de calentamientos, hidratación, fortalecimientos en gim. Seguimiento fisioterapéutico sin hay antecedentes.
Catabolizados buscando la forma con prisas
Origen y consecuencias: Forma de sobre-entrenamiento por desajustes metabólicos reiterados. Se rompe el buen balance anabolismocatabolismo adaptativo. Excesos de volumen, catabolizando proteínas. Déficit de aminoácidos, mala nutrición. Aumento de Urea y Cortisol. Posible testosterona baja.
Prevención y vías de solución: No buscar afinamiento muy forzado. Si baja la ingesta de hidratos, cuidar proteínas >1,5 gr/kg de peso en proteínas variadas. Ayudar al anabolismo natural con gim fuerza sub-máxima y máxima. (estímulo sin hipertrofia). Para larga dist posibles sesiones puntuales de compromiso energético, solo con agua, pero extremar medios recuperación posterior. ¿Medios socio/afectivos
de activar testosterona?
Fatigados en exceso y con extraños bajones de energía
Origen y consecuencias: Síntomas típicos de la época. Por desajustes neurovegetativos y hormonales. Por los primeros calores, las primeras exposiciones largas al sol Se suman las fatigas no asimiladas. Desánimos y dudas sobre el programa. Somnolencia, apatía y fatigas objetivas con aumento de carrera en calor, posible pseudoanemia.
Prevención y vías de solución: Con los cambios del entorno también se van adaptando nuestras percepciones, pero siempre será beneficioso ampliar el descanso horizontal, Revisar la nutrición, ingesta hierro hemo. Ante duda, consulta médico deportivo posible analítica mejor con reticulocitos y testosterona/cortisol.
Decepcionados y con el ego herido
Origen y consecuencias: Sucede más a jóvenes, novatos o solitarios. Malas actuaciones poco explicables. Frustración de expectativas muy altas. Temor por la imagen social y ante familia y amigos. Pundonor lastimado hasta replantearse toda la dedicación deportiva.
Prevención y vías de solución: Actividad y viajes en grupo, relativizando y viendo que todos tenemos días malos. Revisión de objetivos y programa, asesorándose mejor. Reflexiones y diálogo interior sincero. Aquí nos vienen a salvar las endorfinas, que alimentan de nuevo la autoestima.
Sesiones fallidas por alergias, molestias digestivas, golpes de calor, etc.
Origen y consecuencias: Especialmente ahora, la carrera en ritmos altos compromete la ventilación de alérgicos. Síndrome de diarreas y malestar intestinal. También por nervios pre-competición deshidratación en días caluroso.
Prevención y vías de solución: Consulta especializada en alergias. Evitar digestiones pesadas, exceso de azucares. Calentamientos con tramos intensos.
