Javier Gómez Noya ha vuelto a España después de pasar los dos primeros meses del año entrenando en Nueva Zelanda, acompañado por su novia y también triatleta Anneke Jenkins, oriunda de aquel país, y Óscar Vicente, ex triatleta profesional y ahora fisioterapeuta de Javi.
Se ha traído en la maleta dos victorias, una por equipos en el Half Port of Tauranga y otra individual en el Half Challenge de Wanaka, donde tuvo, además, un gran gesto de deportividad con Braden Currie… Pero también regresa con muchos kilómetros, sobre todo de bici, en las piernas. Y los que le esperan... una carga necesaria para afrontar con garantías las pruebas de distancia Ironman que le esperan esta temporada…
“Antes podía hacer salidas de 120 ó 130 kilómetros, porque solo competía sobre 40. Ahora ya estoy haciendo sesiones de 160 e irán subiendo hasta los 200. Son días en los que también hago trabajo específico con series largas a ritmos más altos”, explica el doble campeón del Mundo Ironman 70.3 en La Voz de Galicia.
Más kilómetros en la carretera y también más horas de gimnasio. “Hago mucho más trabajo de fuerza en el gimnasio, sobre todo del tren inferior porque aún me cuesta echar tantas horas en la cabra. Nos focalizamos en la fuerza específica en las piernas, cuádriceps, isquios, gemelos… Con movimientos aplicados a la bicicleta, con angulaciones parecidas... Nos interesa conseguir fuerza en ese gesto concreto, no sacar un cuerpo de culturista”, aclara Javi, al que, incluso hemos visto cargando troncos en la playa.
En los entrenamientos de carrera a pie también está incrementando el volumen de manera progresiva. Además, no le hace falta tocar los ritmos altos que le exigía la distancia olímpica. “A pie también haré ritmos más lentos que antes, más tranquilo. En un Ironman corres después de cinco horas y media de esfuerzo y tienes que sobrevivir. En esta época del año una tirada larga a pie es de 22 kilómetros, con una parte metiendo ritmos altos, pero llegarán a ser de 30 ó 32 con algo específico. Correr a ritmo de 3:25 ó 3:30 el kilómetro es asequible en tiradas largas, pero no será la velocidad que lleve en carrera. Ahora necesito acostumbrarme a ritmos económicos, diferentes a los de antes, y solo un día a la semana voy más rápido. Por ahora no paso de 160 pulsaciones ni en bici ni corriendo. De hecho, para correr a 3:30 el kilómetro voy a 140 de pulso”, explica Gómez Noya, uno de los grandes ausentes de la primera prueba de las Series Mundiales que arrancan este viernes en Abu Dhabi, donde en 2017 consiguió el triunfo.