Miguel Ángel Díaz García, presidente del Club Triatlón Clavería Móstoles, fue agredido este domingo en el duatlón cross correspondiente al circuito escolar de la Federación Madrileña que se disputó en el Parque de la Cuña Verde de Moratalaz (Madrid).
La agresión se produjo en la zona de boxes, a la que sólo tienen acceso los voluntarios y los entrenadores de los clubes. El padre de un niño que había participado en la carrera se coló en esta parte acotada, increpó a un voluntario y a Miguel Ángel Díaz (estaba allí en calidad de responsable y entrenador de la Escuela de Triatlón del Clavería) por no ayudar a su hijo y terminó rompiéndole la nariz de un cabezazo a este último. Así lo relata el propio Miguel Ángel en un comunicado que ha colgado en las redes sociales:
"Escribo sobre un incidente de este fin de semana, para denunciarlo públicamente, aunque todos los que me conocéis sabéis que no soy una persona que exterioriza, ni publica muchas cosas sobre mí o mi familia, pero esta situación creo que debe publicarse para que no vuelva a suceder y sobre todo para que se sepan las consecuencias que tienen este tipo de actos.
Podemos considerarlo una “AGRESIÓN EN EL DEPORTE”, por el lugar y el momento en el que se produjo, pero en todos los años que llevo en el mundo del triatlón y en todos los que llevo trabajando para Triatlón Clavería Móstoles y con la Triatlón Clavería Móstoles "Escuela" jamás había visto nada parecido y menos sufrirlo en mis propias carnes…
En resumen, durante una competición escolar, el cabreo de un padre, que no es de mi club, por lo tanto no tiene nada que ver conmigo, se cuela en los boxes, increpa a un voluntario y a mí por no ayudar a su hijo, un prebenjamín, a bajar la bici de la borriqueta durante la competición, y se va calentado la historia, y en unos 30 segundos, termina agarrándome de los hombros y dándome un cabezazo que me rompe la nariz y me tira al suelo.
Ese es el resumen de esos 30 segundos. Para los que quieran más explicaciones pueden seguir leyendo… El padre se había 'colado' en la zona de boxes, habilitada solo para voluntarios, técnicos de clubes y oficiales. El voluntario le dijo que no podía estar en esa zona, que nosotros le ayudábamos a bajar la bici para poder salir del box. La carrera ya había terminado. Comenzó a increparnos diciendo que durante la carrera no habíamos ayudado a su hijo y que nos estábamos tocando las narices. Yo le dije que yo estoy para ayudar a los niños de mi club, que en su caso el técnico de su club debería haberle ayudado, ni los voluntarios ni los técnicos de otro club estamos obligados a ello.
El individuo siguió increpándonos y el voluntario le decía que no podía estar en la zona de box, que debía salirse. Gritaba que "no le daba la gana". Yo le dije que si el no respetaba las normas como padre, que pensaría si todos los padres hicieran lo mismo y se colaban en esa zona. Entonces cada uno podría llevarse la bici de otro niño o el casco. Que si no hay control y no hay normas, pues es él el primero que no puede reclamar nada y más cuando se las está saltando, a pesar de la advertencia del voluntario de la organización.
El tio empezó a decirme que me callara, que me iba a dar una 'hostia' yo le dije que que ok, que "venga, muy bien, tira para delante y sal con tu hijo”, y de buenas a primeras se da la vuelta, me agarra de los hombros y me pega un cabezazo que me deja tumbado en el suelo.
El individuo sale de la zona de boxes y se marcha. Yo cojo el número de dorsal de la bici y todas las personas que hay allí me ayudan a ir a la ambulancia e incluso muchos se prestan como voluntarios, dan sus DNI a la policía como testigos, lo cual agradezco porque son personas que ni conozco. Mi preocupación es que como tomo Sintom (una medicación anticoagulante), me produzca sangrado a nivel interno. Voy a la ambulancia del Samur que hay en la prueba deportiva, me atienden, me mandan al hospital para que me hagan un escáner. Resultado: la nariz rota y leve traumatismo craneal. Siguiente paso, que me lo ha preguntado mucha gente, comisaría de policía nacional de Moratalaz, donde ocurrió el suceso y denuncia, ya que por lo visto al haber fractura el caso pasa directamente por vía penal.
Después de la charla, me decido a publicar todo esto, por varios motivos. Yo trabajo íntegramente para un club de triatlón, es mi mundo, mi sustento y mi medio de vida. Muchos sabéis que a nivel federativo colaboro todo lo que está en mi mano para el circuito escolar de triatlón, no solo en la Federación Madrileña de Triatlón, sino en la Española Federación Española también y luchamos para que esto no ocurra en nuestro deporte. No es un hecho que se vea en el Mundo del Triatlón, por suerte es un caso aislado, de una persona que si no es aquí lo habría hecho en otro lugar o en otro deporte en el que esté su hijo.
Me da pena por el niño, porque no tiene la culpa de tener un padre así. Por su puesto, ni la organización, ni la federación y mucho menos el club o los entrenadores donde está el niño, tienen culpa de nada de ello. Creo que esto no se debe permitir en ningún deporte, en el nuestro no tengo datos que haya sucedido NUNCA, pero siempre un garbanzo negro se tiene que colar. La filosofía del triatlón, no es esta. A los clubes nos gusta competir juntos, trabajamos juntos, no tenemos la rivalidad que existe en otros deportes, alentamos el compañerismo, incluso dentro de la competición, por lo tanto, esto no pertenece a nuestro deporte y es responsabilidad de TODOS, federaciones, clubes, monitores y sobre todo, nosotros, los padres, que somos los que inculcamos nuestros valores, ideales y comportamientos. Pensad que es el padre de un prebenjamin, ¿qué ocurre cuando llegue a otras categorías? ¿Si no se sanciona a este padre lo volverá a hacer en otra ocasión?. Da vergüenza que estas cosas ocurran y más aún si es en una prueba de niños, con un montón de niños delante, entre ellos los míos.
CONSECUENCIAS. Esto es lo que quiero que quede en la mente de cualquier posible agresor y más en nuestro deporte. Lo primero, su club, inmediatamente ha iniciado los trámites para la expulsión del niño de su escuela. Segundo, al haber rotura, el padre irá por vía penal y se puede enfrentar hasta a dos años de cárcel.
Os pido por favor que no salga el nombre del padre, que las RRSS son muy dadas a ello. El daño ya está hecho, no hagamos más herida de lo sucedido, solo quiero que no haya más actos de este tipo y que todos tengamos en cuenta que hay consecuencias graves, para que antes pensemos las cosas dos veces. Tampoco busco comentarios al respecto, solo denunciar un hecho vergonzoso, aislado y advertir que todo tiene consecuencias".